El cuaderno de Chapu: "Sin inmunidad, pero con rebaño"

Notas del 31 de agosto. Está el maíz más alto que el kilovatio-hora. "Dijo Sánchez" es un género literario. Dijo Sánchez que mi Españita estaría bailando la balalaika de la recuperación económica y se venden órganos para poner la lavadora. Dijo Sánchez que a final de verano llegaríamos al 70% de la población vacunada y acertó.

Sentirse seguro es una cosa cada vez más rara. Vivo instalado en una prudencia supersticiosa. Pues las probabilidades de contagiarse tocando una superficie contaminada son de una entre 10.000, pero seguimos frotando las barandillas como si fueran la lámpara mágica. Y hay gente que pasea solo por la calle con mascarilla y se la quita para sentarse en el comedor de un restaurante. O uno come sin mascarilla y se la pone para levantarse al baño. Será que el Covid-19 se contagia de pie, pero no sentado.

Quizás se encuentre en la gente un anhelo de normativa, de flechita, de raya en el suelo, de limitación de aforo y de marea prohibicionista. Los jueces estorban, el parlamento es un estorbo ante el sacrosanto objetivo de suspender las libertades de los ciudadanos. Más mano dura contra el que se salta la norma, escucho decir, y hay gente a la que le abren la cabeza por chocarse con alguien en la calle. En Oropesa te clavan 750 euros por poner la sombrilla en primera línea de playa para coger sitio. Poco me parece, mejor que le den un tiro. Tendríamos que haber alcanzado la inmunidad de rebaño y por ahora, solo tenemos el rebaño.