Traigo unas palabras para Elisa, musa de mi Españita, que en medio del lío por la visita de Ayuso a la complu, ha recogido el diploma por ser la mejor estudiante de Comunicación Audiovisual de la Complutense. Beethoven pensó en Elisa y yo también pienso en Elisa, que ha pronunciado un discurso fenomenal: no solo no tenía sentido considerándolo en su generalidad, sino que carecen de sentido cada una de sus partes. Parece fácil, pero no lo es.
¿Sabes el discurso de Federico en Buenos Aires? Pues ha sido así, pero al revés. Elisa dice que está de luto. Después que está muy contenta. Que está orgullosa de la Complutense, que quemaría el diploma. Que es la primera de la clase, pero que los títulos no valen nada, vale, y yo voy prendido de sus vales y del ángulo de sus cervicales tan quincemayista.
Ríete, pero no hubo discurso más efectivo contra la titulitis que la primera de la promoción de Comunicación siendo incapaz de hablar dos minutos en público.
Ay, Elisa, Xena princesa guerrera de la madrid cochinoliberalfascista, flequillo igualador de todos los paraninfos. Mira, yo con veinte años era un papafrita, y lo sigo siendo. Pero Elisa mía, cuando alguien que te quiere te diga Elisa, tápate, tú, tápate.
LO que no era Elisa ha sido un ruinazo. Las Universidades tenían que ser espacios de libertad y ahora tiene que ir la UIP para que no te apalicen.
A Unamuno -Unaqué- le gritaron muera la inteligencia y ser armó la que se armó, y a Isabel Díaz Ayuso le han gritado cucaracha asesina, pero bueno, los chicos, ya sabes cómo son.