Mayte Carrasco nos cuenta que ha vuelto con mucha tristeza e impotencia de Siria, ya que sigue muriendo gente y la ONU intenta dar la cara pero, realmente, su plan de paz no servirá para nada ‘soy muy pesimista al respecto’. Fue la única española capaz de llegar a Homs, después de recorrer tres kilómetros de cloacas, y decidió irse cuando no podía más con la tristeza. Decía que tenía ganas de llevarse a alguien consigo ya que la situación era ‘una ruleta rusa’.
Las secuelas que tiene consigo del conflicto son que no deja de hablar de Siria, afirma que es una especie de terapia para ella. ‘Los ciudadanos no saben realmente lo que está pasando’. Lo que intenta conseguir con este libro es hacer una denuncia de los contrastes de mundos, es decir, el de una periodista que va a cubrir una guerra y el del capitalismo y la riqueza. La protagonista de su libro es una persona deprimida que sufre una inestabilidad emocional y profesional, a la que le es igual morir. Trata de acercar al lector al Afganistán de guerras con una trama de misterio, ‘tenía muchas ganas de escribir una novela negra’.
El periodismo de guerra implica ‘estar un poco loco y cada uno va a la guerra por una razón’; para ella lo importante es contar lo que sucede, que la gente sepa qué pasa y cuenta ‘desde la televisión y la radio se está haciendo muy mal periodismo’.
Respecto a su condición de freelance, nos cuenta que tiene ventajas e inconvenientes. Cuenta que están un poco desamparados por los medios y que tienen que trabajar en lo que ella llama ’el malabarismo de guerra freelance’, es decir, por cubrir varios medios a la vez. Para ella el programa del periodismo freelance es que los medios son los que no quieren pagar y que no puede basarse una profesión en el periodismo ciudadano.
Ser mujer en estos países de guerra no difiere de ser hombre, salvo en tener que vestirse más recatadamente. Cuenta que ha tenido la oportunidad de hablar con grandes líderes y que el problema lo encuentra cuando vuelve a España, ya que sólo hablan con ella por su condición de mujer periodista y no por los conflictos, sobre los que tiene mucha información.