Territorio negro: Pederastas en el metaverso
Luis Rendueles y Manu Marlasca nos cuentan en el Territorio negro de 'Julia en la onda' la historia de ese mundo virtual llamado metaverso donde nadie sabe muy bien qué va a pasar y quiénes van a estar ahí.
Luis Rendueles y Manu Marlasca nos cuentan en su Territorio Negro que los malos ya están tomando posiciones en el metaverso. Pero no cualquier malo, sino pederastas que comienzan a ventear en busca de presas, a la caza de menores. La Policía Nacional de Zaragoza ha detenido al primer delincuente sexual del metaverso en la Operación Suzaku, de la que nos van a contar todos los detalles.
Cómo se inició esta operación Suzaku
Como en tantas otras ocasiones, fueron unos padres especialmente atentos y despiertos los que pusieron en marcha esta operación. Los padres, residentes en Zaragoza, observaron cómo su hija de tan solo once años se puso nerviosa cuando recibió una notificación en su teléfono móvil. La cría no quería, bajo ningún concepto, que sus padres viesen el aparato, así que, obviamente, los padres lo cogieron y comprobaron qué estaba intentando ocultar la niña.
Qué era eso que preocupaba tanto a esa niña que tenía su propio teléfono móvil
Al comprobar el teléfono descubrieron que la pequeña tenía una aplicación desconocida para sus padres, destinada a personas interesadas en entrar en el metaverso, esa realidad virtual que está dando sus primeros pasos. Los padres de la pequeña comprobaron que la niña interactuaba con otros usuarios de esa misma aplicación, con los que mantenía conversaciones de contenido sexual, en las que la incitaban a realizar actos sexuales explícitos.
Una niña de tan solo once años manteniendo conversaciones de sexo explícito con adultos
No solo había conversaciones, sino que esa misma aplicación, de la que no vamos a facilitar el nombre a propósito, permite a los usuarios intercambiar archivos de imagen, audio y vídeo. En otros casos, una vez hecho este primer contacto a través de la aplicación, los usuarios emplean cualquiera de las aplicaciones de mensajería instantánea disponibles en el mercado para que las conversaciones sean más fluidas... Los pederastas captan víctimas a través de esas apps que se suponen que sirven para crear comunidades de usuarios interesados en el metaverso y, una vez captados, pueden interactuar con ellos a través de métodos más convencionales.
Qué tipo de aplicaciones son esas que tratan de captar a los interesados en el metaverso
Basta hacer una sencilla búsqueda en Google y comprobarlo. El concepto de "metaverso" se está publicitando masivamente con vistas a un futuro lanzamiento comercial en el que los jóvenes son un nicho de mercado importante. La creación de aplicaciones para teléfonos móviles, que son los dispositivos más utilizados por niños y adolescentes, que vayan introduciéndolos en ese ámbito es una estrategia más de penetración en ese sector de la población. Así que en los últimos meses están surgiendo aplicaciones orientadas a captar su atención y familiarizarse con este nuevo ámbito. Se publicitan desde otras aplicaciones muy populares entre los más jóvenes, como Youtube o Tik Tok, pero claro, los malos también están atentos a esos cambios en el mercado y tratan de posicionarse en ese nuevo territorio de caza.
¿Se descubrió quién era su interlocutor?
Volvamos a esa niña de once años a la que sus padres sorprenden manteniendo conversaciones de contenido sexual explícito.
En un principio pensaron que se trataba de una interlocutora. La niña mantenía conversaciones con una supuesta joven de diecinueve años. Una chica que se presentaba en esa comunidad de usuarios como bisexual. La familia de la cría presentó una denuncia en una comisaría de Zaragoza, adjuntaron todo el material que había en el teléfono de la niña y los agentes de delitos tecnológicos se hicieron cargo de las pesquisas. Naturalmente, como veremos más adelante, la verdadera identidad no correspondía con una joven bisexual. Eso solo era el disfraz del cazador.
Por qué ese pederasta, eligió crear el perfil de una chica bisexual de 19 años
Probablemente estudió previamente el perfil de los usuarios de la aplicación, en la que hay muchas niñas y adolescentes de entre diez y catorce años. Es un momento evolutivo en el que los adolescentes comienzan a mostrar interés por el sexo, empujados por su propia biología, pero también por el uso intensivo de internet, que está generando una ficticia confusión sobre su orientación sexual en muchos de ellos.
Este tipo de avatar, el de una joven bisexual, no es casual, está perfectamente estudiado: elige una edad ligeramente superior a la de los usuarios y usuarias habituales, lo suficiente para crear cierto ascendente sobre niñas algo menores, pero no tanto como para generar distancia, infundiéndoles así mayor confianza. También aparenta mayor experiencia en el ámbito sexual, para servirles de referente, de maestro, de guía. Y el matiz de la bisexualidad le permitía captar la atención de todas esas niñas y adolescentes que dudan de su orientación, que son una gran mayoría de los que emplean estas aplicaciones.
Ese cazador se presenta con una identidad falsa. No es una chica joven y tampoco es bisexual. ¿Cómo prosigue su proceso de captación? Imagino que, como habéis contado aquí alguna otra vez, busca intereses comunes con sus víctimas, más allá del contenido puramente sexual...
Claro, ese avatar, esa joven bisexual es solo el gancho que utiliza para captar a sus víctimas. Pero es solo una parte de su estudiada construcción. Lo que hace es mostrar intereses compartidos con el perfil de las posibles víctimas, centrado básicamente en el sexo, pero también en aficiones como los videojuegos, los cómics o la música. Rastrea el mercado y busca el material que sea muy popular entre las adolescentes.
Además, conoce perfectamente sus códigos de lenguaje, algo fundamental para lograr el éxito del engaño. Se comunica en los mismos términos que ellos, es parte imprescindible del disfraz, porque a base de repetirlo en los medios, las adolescentes saben que hay adultos que se hacen pasar por chicos o chicas muy jóvenes y una de las mejores fórmulas para destaparlo es el uso el lenguaje.
Supongo que el principal trabajo de la Policía se centró en ese material que la niña tenía en su teléfono móvil. ¿Cómo llegaron a averiguar la verdadera identidad de esa chica supuesta chica bisexual de diecinueve años?
Para llegar al autor se siguió su rastro por la red, no solo en la aplicación de entrada al metaverso con la que había captado a la niña de Zaragoza, sino en todo el entorno digital. En primer lugar, los investigadores identificaron su avatar, se estudió su conducta y se comprobó que mantenía una intensa interacción con muchos otros perfiles similares a los de la víctima de Zaragoza: niñas de entre once y quince años por toda España y algunas en el extranjero.
E imagino que llegaría ese punto, complicado a veces, en el que hay que pedir la colaboración de las plataformas o de las empresas creadoras de las aplicaciones. ¿Respondieron bien en este caso?
Pues según nos cuentan desde la Policía, en este caso fue ejemplar. La colaboración de la plataforma, que está desde el primer momento muy comprometida con la lucha contra el acoso, la pederastia y todos los delitos que tienen la red como escenario, fue fundamental para obtener los primeros datos técnicos que ubicaron al investigado en España. A partir de ahí se combinó el trabajo de análisis de datos y la investigación policial tradicional, a la antigua usanza, hasta llegar al domicilio desde el que actuaba, que estaba ubicado en Madrid.
Qué datos conocemos de ese primer pederasta dispuesto a cazar en el metaverso
Pues se trataba de alguien sorprendentemente joven, de tan solo dieciocho años, aunque en el momento de interactuar con la víctima de Zaragoza todavía no los había cumplido, por lo que su tratamiento penal tendrá que ser el que se aplica a los menores. Vivía con sus padres, tenía estudios básicos y en el momento de su detención estaba en el paro y, como puedes imaginar, pasaba mucho tiempo delante del ordenador, en busca de víctimas.
Tenía tan solo diecisiete años cuando captó a esa niña de tan solo once
¿No es muy joven para dedicarse a estos delitos? Hemos hecho esa misa pregunta a la gente que sabe, a los policías que se dedican a perseguir ciberdelincuentes sexuales y la respuesta es que no existe un perfil determinado de ciberdelincuente sexual, más allá de que en su práctica totalidad son del sexo masculino, las mujeres detenidas por estos delitos se pueden contar con los dedos de las manos. Entre los arrestados de los últimos años hay desde chicos de quince años hasta hombres de ochenta; desde personas sin estudios hasta gente con estudios superiores, de todos los estratos sociales; personas solitarias y gente que vive en familia, con una aparente normalidad; trabajadores de todos los sectores y también algunos, los más peligrosos, que tienen continuo trato con menores, como profesores, monitores o entrenadores.
Supongo que la Policía habrá estudiado a fondo los dispositivos del detenido para comprobar si había más víctimas aparte de esa niña de Zaragoza.
Al chaval arrestado se le intervino el teléfono donde guardaba el material que la había enviado la niña: fotos sexuales muy explícitas. Pero, además, la policía se llevó de su domicilio un disco duro externo de un tera de capacidad. El análisis de este disco duro ha permitido determinar la existencia de al menos otra veintena de víctimas menores, entre diez y dieciocho años, en España y otros países, con las que el pederasta actuaba a través de su perfil falso. La policía de Zaragoza trabaja ahora en la identificación de todas esas menores para poder imputarle más delitos al detenido.
¿Ha estudiado la Policía las conversaciones del detenido para saber cómo captaba a sus víctimas?
Las conversaciones encontradas en sus chats seguían el guion habitual de los child groomers, como se conoce policialmente a los cazadores de menores en la red: ganarse la confianza de la víctima simulando tener intereses y aficiones comunes, ir introduciéndola en conversaciones de carácter sexual, proponer el intercambio de conductas sexuales cada vez más explícitas, hasta solicitar el envío de fotografías y videos de ese carácter, algo que terminan consiguiendo en muchas ocasiones.
¿Qué peligros encierra el metaverso para los menores?
¿Van a estar aún más expuestos que en la red, tal y como la conocemos hasta ahora? El metaverso ofrece la posibilidad de crear nuestro propio personaje, nuestro alter ego, en un mundo virtual en el que casi todo es posible. Esa oferta resulta muy atractiva para cualquiera, no solo para los menores. Pero, claro, los niños y adolescentes están en un proceso de crecimiento y desarrollo no solo físico, sino también orgánico, psíquico e intelectual. El cerebro y sus capacidades no están completamente desarrolladas hasta la edad adulta, y esa inmadurez hace que muchos adolescentes no tengan conciencia del riesgo real al que se exponen, no sean capaces de prever las consecuencias futuras de sus actos y además carezcan de experiencia vital. De esta forma, quedan absolutamente desprotegidos frente a los poderosos estímulos que pueden recibir en este nuevo ecosistema, en el que pueden ser manipulados con más facilidad que en el territorio que ya conocen: Facebook, Tik tok, You tube, Whatsapp...
La Policía ha detectado ya que el metaverso se ha convertido en un nuevo territorio de caza de los pederastas
Aunque el nuevo metaverso todavía está en desarrollo, la Policía ya tiene claro que será el nuevo territorio de caza de los depredadores sexuales. Un experto en la materia nos lo ha explicado de manera muy sencilla, comparando la red con la sabana africana o con cualquier otro ecosistema. Los cazadores se adaptan a cada nueva oportunidad de acceder a sus víctimas, y se desplazan con ellas en el ecosistema cibernético, como hacen en el mundo natural los depredadores que siguen a sus presas en sus desplazamientos hasta localizar el lugar más adecuado para atacarles: las lagunas o los oasis en tiempos de sequía, por ejemplo. Los pederastas se han movido desde los chats y blogs de internet hasta las aplicaciones de mensajería y los videojuegos en cualquiera de sus plataformas. Aunque es cierto que Policía y Guardia Civil también especializados en el cibercrimen también están tomando posiciones en estos espacios para cazarlos cuando aparezcan. Al fin y al cabo, ellos son la parte más alta de esta peculiar cadena alimenticia.
No quiero acabar sin que, una vez más, recordéis los consejos que los especialistas dan a los padres para minimizar el riesgo al que están expuestos sus hijos en el espacio virtual. ¿Qué os ha dicho la Policía respecto a esto?
Repetimos, porque nunca está de más, parte de lo que contaron la semana pasada los policías de Participación Ciudadana: no facilitar el acceso libre a internet a niños menores de edad, salvo supervisión directa de algún adulto o con una estricta configuración del control parental en los dispositivos. Los policías siempre hacen a los padres la siguiente reflexión: ¿dejarían a sus hijos de 10 años conducir su coche, o manipular un arma de fuego cargada? Quizá la analogía puede parecer exagerada, pero todos los años mueren niños a causa de conductas de las que son víctimas por internet (acoso, extorsión sexual, autolesiones, suicidio, muertes accidentales por retos virales…). No se trata de criminalizar el ciberespacio, sino de fomentar un uso responsable del mismo por parte de todos, niños y adultos.
A qué comportamientos deben estar atentos los padres para detectar que puede haber un mal uso de la red
Hay varias señales, varios síntomas ante los que deben estar alerta: un uso continuado de dispositivos informáticos, trastornos de sueño (se duermen muy tarde por la noche), disminución de rendimiento escolar, irascibilidad si no tienen acceso a internet, aislamiento social... Son indicadores que en conjunto alertan de que algo no va bien, y de que posiblemente un uso problemático de internet esté relacionado con ello.