Territorio Negro: El terrorífico testimonio de Miriam, una víctima de violencia de género
Manu Marlasca y Luis Rendueles entrevistan a Miriam Cabrera, una víctima de violencia de género, que casi murió tras ser apuñalada y degollada hace un año. Nos cuenta cómo vivió esa pesadilla y nos habla de su vida tras pasar por ello.
El 11 de marzo de 2020, Miriam Cabrera dejó a su pareja y le pidió que se fuera de su casa. A los minutos, él sacó un cuchillo y la apuñaló en los intestinos. Antes de irse intentó degollarla para que muriera. Afortunadamente, sobrevivió y pudo pedir ayuda. Casi un año después, conversamos con ella para conocer cómo fue ese terrible episodio que vivió y sus vivencias durante estos meses.
Cabrera explica que fue torturada durante casi 4 horas y que recuerda todo lo que pasó. "Todo comenzó porque le dije que se fuera y al minuto tenía un cuchillo clavado", indica. Tuvo suerte porque al intentar cortarle el cuello, se quedó a un milímetro de la yugular, por lo que no murió, aunque fue una "auténtica pesadilla".
Tuvo que hacerse la muerta para sobrevivir
Fueron unas horas terribles en las que él le dijo que no intentara resistirse porque iba a matarla y ella llegó a creer que le ocurriría. Cabrera tiene un hijo, de entonces 12 años, que tenía que volver del colegio en ese momento y su pareja lo sabía. Le pidió todos los números de su tarjeta o apuñalaba también al menor, por lo que se los dio.
Se tuvo que hacer la muerta para que la dejara y la encerró en casa quitándole el móvil. Cuando estuvo sola, manifiesta, "escuchó una voz que le decía lo que tenía que hacer" y que los psiquiatras califican como 'síndrome de Superman'. "Fue un impulso que salió de mí y, agarrándome los intestinos, bajé los 3 pisos a la calle y pedí ayuda".
Se enfrenta a una larga recuperación
Tras llegar al hospital, pasó 4 semanas en coma y enfrentándose a peligrosas operaciones que le han dejado secuelas. Han tenido que reconstruirles los intestinos y ha pasado por hemorragias internas, trombos... Su hijo no supo nada hasta pasado un mes porque se fue a vivir con su padre y esta época coincidió con el primer mes del confinamiento, por lo que no pudieron ir al hospital a verla hasta pasado un tiempo.
Su expareja se encuentra actualmente en prisión preventiva a la espera de juicio, donde posiblemente se enfrente a casi 15 años de cárcel por tentativa de homicidio.
No ha recibido casi ayudas
Un año después, Cabrera se encuentra inmersa en un laberinto burocrático para recibir ayudas, ya que por ahora no ha recibido casi ninguna. "Me han denegado una ayuda detrás de otra o me han dado largas", se lamenta. Por ejemplo, han llegado a decirle que no se la dan por no ser parada de larga duración. Está estudiando derecho y ha dejado de trabajar porque se encuentra de baja y tiene problemas con la actividad física: "No puedo ni subir la compra a mi casa".
Manifiesta que no era un hombre violento ni agresivo, por lo que no se lo esperaba, aunque ahora ha aprendido a detectar algunas señales que en su momento no vio: "Era una persona muy celosa y el problema es que lo relacionas con que te quiere mucho. Sin embargo, la violencia empieza cuando te controla tu móvil, tu compañía o tu ropa".
Enseña a los jóvenes sobre esta violencia
Ahora, esta superviviente está dando charlas en institutos para enseñar a los jóvenes lo que es la violencia de género y que puedan identificar estas señales antes para evitar problemas graves en el futuro. "Puede haber leyes, pero si no se arranca de raíz estos comportamientos a edades tempranas, se sigue repitiendo". Recuerda que hacerlo público le ha ayudado a superarlo, ya que comenzó grabando un vídeo y lo colgó en internet.
"El vídeo sirvió a mucha gente y me escribían diciendo que ahora ya no se sentían solas y ellas también habían pasado por circunstancias parecidas", añade.