Repasamos los acontecimientos que se han dado a lo largo de este "maldito verano" y que son merecedores de suponer más de un enfado.
Clara Jiménez Cruz se pregunta que "cómo puede ser que después de lo que vivimos en marzo, abril y mayo, solo tres meses después, volvamos a estar como estamos". Y es que los dirigentes políticos no han contratado a los rastreadores que habían prometido contratar y mientras los casos estaban subiendo, en mitad de agosto, solicitaron voluntarios para llevar a cabo esta tarea.
La supervisión del Gobierno central también deja mucho que desear porque los fines de semana no actualizaban los datos. Los barrios del sur de Madrid han sido golpeados por el coronavirus, dejando entrever que este virus también entiende de clases sociales.
La convocatoria de huelga de profesores ha puesto nervioso al consejero de Educación de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, que indica que "cuando estuvieron confinados, les gustó comer y tener luz" y que "había gente trabajando por ello".
Otros de los asuntos más destacados de este "maldito verano" vienen marcados por las huelgas negacionistas, las corridas de toros con su aforo completo y las vacaciones de los políticos como pretexto de críticas y bulos.