Historias de la tele con Borja Terán: ¿Cómo ha cambiado la fama televisiva?
Con Borja Terán hacemos un recorrido por cómo ha sido la fama de según qué personajes que gracias a la televisión han conseguido convertirse en figuras reconocidas
La televisión siempre ha sido una plataforma garantista de fama y prestigio para todo aquel que consigue hacerse un hueco en las parrillas. Según Borja Terán, "las portadas de las revistas de antes eran hereditarias, protagonizadas por famosos premium". Sin embargo, con el tiempo, "ahora buscamos personas más cercanas con la que reflejarnos".
La antigua forma de hacer tele
Un ejemplo de esa televisión antigua son las galas de Nochevieja de José Luis Moreno, en las que participaban bailarines, cantantes y sus míticos muñecos.
Según Terán, José Luis Moreno tenía un truco que consistía en "poner al público en la parte de detrás aplaudiendo todo el rato, de forma que pareciera que había una fiesta fuera, aunque estuvieran grabando en un polígono feo". Ahora, según Terán, "ya no demandamos esa realidad tan disfrazada, sino que nos fijamos en personas como los ganadores del rosco de 'Pasapalabra'".
El ejemplo de 'Pasapalabra'
Y hablando del mítico programa de Antena 3, 'Pasapalabra', Terán hace referencia al trabajo del presentador, Roberto Leal, "que, además de leerlo todo muy rápido sin equivocarse, debe comprobar las definiciones que el concursante aporta y que no coinciden con la respuesta correcta".
Al igual que en el 'Un, dos, tres', 'Pasapalabra' es un programa en el que hay que corregir partes constantemente, lo que hace que tenga que paralizarse la grabación en muchas ocasiones.
La fragmentación de la fama
Actualmente, ha cambiado mucho la forma de ser famoso en la tele, ya que existen distintos tipos de formatos orientados a según que audiencia. Terán nos habla de ejemplos como 'Veneno', que "a priori no encajan en la televisión convencional, pero en las plataformas tienen mucho éxito".
Se trata de una fama muy dispersa "que suma mucho" y que juega con la instantaneidad y la rapidez con la que funcionan las redes. Para Terán se trata de una fama "muy superficial", lo que la hace muy contagiosa y también efímera, ya que la audiencia "se cansa rápido".