¿Una velocidad baja es el airbag de los vulnerables? Álvaro Gómez, director del Observatorio de Seguridad de la DGT nos cuenta en Julia en la Onda que entre los nuevos límites a la velocidad en ciudad, está el de que "en todas las calles de un solo carril por sentido de circulación (sin contar carriles bus ni bicicletas) la velocidad máxima será de 30 kilómetros/hora". En las calles de plataforma única, sin aceras y donde convivan bicicletas, coches y motocicletas, el límite será de 20km/h. En todas las demás, el límite seguirá siendo de 50km/h.
Gómez asegura que existe un consenso sobre los beneficios en seguridad, salud pública y medioambiente. "Hay un movimiento internacional, que incluye las recomendaciones de la Comisión Europea, que proponen un límite de 30km/h", asegura Gómez, que opina que si se va a esta velocidad, pese a los despistes, no se tendrían por qué producir accidentes graves o mortales. "Con esta medida, los ayuntamientos pueden organizar los flujos de tráfico de forma más racional", explica el experto.
Miguel Anxo Fernández Lores, alcalde de Pontevedra, nos cuenta cómo ha funcionado este cambio que ya se aplica en su ciudad: "La gran mayoría de vecinos de Pontevedra están a favor del tráfico pacificado y de la peatonalización del centro histórico. Siempre hay un sector reticente pero nuestra responsabilidad es tomar decisiones". Alfonso Gil, presidente de la Comisión de Movilidad dela Federacion Española de Municipios y Provincias y teniente de Alcalde de movilidad de Bilbao, donde también está reducida la velocidad, asegura que los ayuntamientos están "preparados para el cambio". "Se va a revolucionar de forma tranquila la movilidad; no es una medida contra el coche. Se trata de contextualizarlo solo para quien lo necesite", argumenta Gil.