Melchor Miralles piensa que no son comparables las filtraciones de Monedero y la de Aguirre ya que en el caso de Esperanza Aguirre nadie está hablando de que haya habido nada irregular con la filtración. Afirma que hay gente que sostiene que esta filtración sale de la propia Esperanza con el fin de que en las últimas horas de campaña ella se presente como víctima y conseguir algún rédito en las urnas.
Juan Adriansens cree que la doble vara de medir es una "constante en la humanidad." Dice que "a Esperanza Aguirre le ha entrado un ataque de majadería últimamente, porque está "muy salida de tono" y afirma que ésto no le está haciendo ningún bien.
Por su parte, Lucía Etxebarría opina que éste tema ha salido a la luz cuando Esperanza Aguirre no lo quería sacar. No cree que la filtración le beneficie en absoluto ni vaya a quedar de víctima.