Tras las elecciones de Castilla y León del pasado domingo, el líder del Partido Popular en la comunidad, Alfonso Fernández Mañueco debe decidir con quién negocia y cuáles serán las bases que sostendrá su gobierno en el caso de que consiga ser investido presidente de nuevo. Para que esto suceda tiene la opción de inclinarse por la postura de Isabel Díaz Ayuso y aceptar las exigencias de Vox convirtiendo a la formación en su socio de Gobierno o, por el contrario, decantarse por la postura de algunos barones territoriales y negociar la abstención del PSOE y gobernar en solitario.
Las exigencias de Vox giran en torno a las consejerías, y aspiran a tener tantas como en su momento tuvo Ciudadanos, hasta cuatro, incluidas la presidencia y la vicepresidencia de las Cortes. A esta hora en Génova continúa la reunión que, previsiblemente, concluirá con una hoja de ruta que Mañueco deberá seguir en las negociaciones con las distintas formaciones.
Por su parte, Mañueco no ha rechazado la posibilidad de pactar con los de Abascal pero, eso sí, estableciendo unas líneas rojas en torno a igualdad de género. El presidente en funciones ha asegurado que "negociarán y pactarán con todos".