Es la semana en que el Papa deja de ser Papa sin haber muerto, la misma en que el PSC votará diferente al PSOE en el asunto del derecho a decidir, la semana que ha empezado con Bárcenas declarando ante la Audiencia Nacional -no sé sabe si la verdad o lo habitual, y la que una señora rubia a la que llaman alteza serenísima le ha hecho una peineta a la corona desde la primera página de un periódico. Una virtuosa, la dama, que mientras le da patada en la espinilla a un “amigo entrañable” dice lo contrario, que no cuenten con ella si quieren utilizarla contra la Familia Real.
Igual todo esto es normal y no hay de qué preocuparse. Sin ir más lejos, Luis el cabrón –como le llamaban cariñosamente sus colegas- ha entrado en la audiencia hace tres horas y media diciendo que estaba “muy tranquilo y con ganas de declarar” y una hora más tarde la señora de Cospedal decía en la rueda de prensa estar “muy, muy, muy tranquila y el partido también”.