A falta de otros relatos políticos en España, nos encontramos con esa conclusión de la agencia Moody’s respecto al futuro territorial. Si ustedes se están preguntando qué pinta esa conclusión política en una agencia de calificación crediticia, reparen en que son las incertidumbres políticas las que asustan a los mercados y les hacen obrar de una u otra forma.
En ese sentido, el informe de Moody’s va a enfadar por igual a Artur Mas y a Rajoy. Al primero porque le dice que el futuro está dentro de España y al segundo porque ya le apunta que tendrá mucho que ceder para que eso ocurra. El gobierno catalán se quedará con el análisis que dice que unas elecciones plebiscitarias que obtengan mayoría absoluta no afectarían para mal al perfil crediticio de Cataluña pero sí sería negativo para el conjunto de España. El gobierno español, en cambio, preferirá fijarse en que, finalmente, los que informan a los inversores dan por descontado que el Estado no se romperá.
Mientras Moody’s sentencia, aquí seguimos mareando la perdiz