Adolescentes con diabetes mejoran gracias al hábito de cuidar un pez
Chelo Lozano nos habla sobre un curioso estudio realizado en Estados Unidos en el que a un grupo de 28 adolescentes con diabetes se les hizo entrega de un pez y de unas pautas para cuidarlo. A su vez, se les indicaba que cuando alimentaran diariamente a su pez, debían medirse los niveles de glucosa y una vez a la semana, cambiar parte del agua de la pecera y revisar sus niveles semanales. Asociando la rutina de control de la diabetes a la rutina de cuidado de su nueva mascota, los adolescentes tenían menores niveles de glucosa que sus compañeros que no habían participado en este estudio. Una vez más, vemos que a los niños y adolescentes les es más fácil adquirir rutinas y responsabilidades si van acompañadas de los cuidados de una mascota.