Aryanna Gourdin, de 12 años y residente en la ciudad de Utah, está siendo objeto de fuertes ataques en las redes sociales después de haber publicado varias fotografías con animales muertos durante un safari.
La joven ha intentado rectificar asegurando que toda la carne de los animales muertos irá destinada a orfanatos, aunque no se ha retractado de su acto, porque asegura que no piensa que la caza sea algo malo.