cuatro fallecidos en un incendio en un edificio en BILBAO

"Se veía venir", el lamento de los vecinos de Zorroza tras perder a cuatro vecinos de "toda la vida"

Los edificios de la zona superan los cien años de antigüedad media, entre ellos el que ha sufrido el incendio a primeras horas de la mañana, en cuya buhardilla vivían Joaquín Giménez Pinto, de 26 años, su esposa, Rocío, de origen asturiano, y sus dos hijos de unos tres y cinco años, junto a los abuelos paternos de los pequeños.

ondacero.es

Madrid | 27.05.2017 15:06

Los bomberos y servicios de emergencia trabajan en la extinción del incendio en Bilbao | EFE

Los habitantes de La Landa, en el barrio bilbaíno de Zorroza, una zona marginal de la ciudad, repiten entre lamentos que "se veía venir" la tragedia en forma de incendio que esta mañana ha acabado con la vida de un joven matrimonio y sus dos hijos pequeños, vecinos "de toda la vida".

Los edificios de la zona superan los cien años de antigüedad media, entre ellos el que ha sufrido el incendio a primeras horas de la mañana, en cuya buhardilla vivían Joaquín Giménez Pinto, de 26 años, su esposa, Rocío, de origen asturiano, y sus dos hijos de unos tres y cinco años, junto a los abuelos paternos de los pequeños.

Cerca de 25 personas en total residían en esta edificación de estructura de madera, ubicada en el número 7 de la calle Barinaga, y nueve ellas permanecen hospitalizadas, dos de ellas muy graves.

La joven pareja de etnia gitana y los dos niños han fallecido en el incendio que en poco tiempo ha devorado el tejado de madera del edificio de dos plantas y ha derrumbado los tabiques interiores.

La edificación había sido apuntalada en uno de sus laterales hace menos de dos años, cuando se cayó la vivienda contigua. Ese apuntalamiento luce aún con un color rojizo brillante que contrasta con las paredes agrietadas del resto del edificio.

Estaba amaneciendo cuando los vecinos del edificio ubicado frente al número 7 de la calle Barinaga se despertaron con los gritos procedentes de la edificación siniestrada, en la que las llamas se propagaron con gran rapidez debido a su estructura de madera.

Varios habitantes del edificio, adultos y niños, se lanzaban por las ventanas desde una altura de dos pisos, mientras quienes intentaban ayudar a los que permanecían en el interior no podían hacer nada ante la intensidad de las llamas.

Vecinos de etnia gitana e inmigrantes de raza negra, algunos de ellos familiares de las víctimas, relataban emocionados estas escenas de pánico e impotencia mientras presenciaban las tareas de los bomberos sacando los cuatro cuerpos sin vida del edificio y después realizando tareas de desescombro en su interior.

Junto al lugar del suceso, al borde del llanto, el profesor de Joaquín Giménez Pinto en el Instituto de Zorroza cuando cursaba estudios de ESO le recordaba como "una buena persona".

El portavoz de la Asociación de Vecinos de La Landa, Luis Muñoz, conocido como "Piru" en todo el barrio, aseguraba, "en 'shock' y destrozado", que esta tragedia "se veía venir" y ha sido "la crónica de una muerte anunciada".

"Llevamos cuarenta años denunciando la situación de esta zona degradada urbanística y socialmente" y las instituciones no han resuelto el problema de un lugar con serios problemas sociales y convivenciales, se quejaba Muñoz.

El representante vecinal señalaba que el Ayuntamiento les comunicó recientemente que el edificio que ha sido escenario de la tragedia sería derribado a finales del presente año.

El Ayuntamiento ha señalado hoy que el edificio no estaba declarado en ruina, aunque ya se habían iniciado los procesos previos para facilitar su expropiación.

En los edificios de esta zona "marginal y marginada, donde nació Zorroza" conviven mayoritariamente vecinos de etnia gitana e inmigrantes, que son tanto propietarios de los pisos como arrendatarios y "okupas", con serios problemas de drogas, robos, malas conductas y viviendas que no tienen unas condiciones dignas de habitabilidad, según denuncia la asociación de vecinos.

Esta zona marginal genera además, según la asociación de vecinos, un "efecto llamada" para personas que ocupan estas viviendas pensando que la zona se va a regenerar al ponerse en marcha el proyecto Punta Zorroza, y que en ese momento podrían conseguir que las instituciones les reubicaran en otras viviendas.

En la zona de Punta Zorroza, el Ayuntamiento proyecta llevar a cabo edificaciones para actividades económicas y residenciales, con la construcción de más de 2.000 viviendas.

Puede que la tragedia acelere la solución que reclaman los vecinos, pero para todos ellos, los habitantes de La Landa y la asociación de vecinos del barrio, las medidas "llegarán ya demasiado tarde".