Pablo Álvarez se gradúa como astronauta y será el tercer español en poder viajar al espacio
A la graduación de la promoción 2022 de astronautas de la ESA ha asistido la ministra española de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant. "Es un honor unirme a pioneros como Pedro Duque", ha dicho el ingeniero.
El ingeniero aeronáutico Pablo Álvarez, se ha graduado este lunes en el Centro Europeo de Astronautas de la Agencia Espacial Europea (ESA) tras un año de entrenamiento al máximo nivel, con lo que se convierte en el tercer astronauta español en poder viajar en una misión al espacio después del hispano-estadounidense Miguel López-Alegría y Pedro Duque.
"Como astronauta de la ESA que representa a España, es un honor unirme a pioneros como Pedro Duque", señaló Álvarez con motivo de la graduación de la promoción 2022, a la que asistió la ministra española de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, y a la que el leonés enseñó momentos antes de la ceremonia las instalaciones de la Agencia Espacial Europea en Colonia.
Quiso convertirse en astronauta con 4 años
El recién graduado astronauta explicó durante la ceremonia que recuerda exactamente cuándo quiso convertirse en astronauta.
"Tenía unos 4 ó 5 años y estaba mirando a la luna en las montañas de mi pequeño pueblo en España y alguien me dijo que había habido gente que había caminado sobre la luna. Me decepcionó que sólo 12 personas hubieran caminado en la luna. Pensé que tenía que ser algo más común y ese fue el momento en el que realmente quise convertirme en astronauta", afirmó.
Me decepcionó que sólo 12 personas hubieran caminado en la luna
Pero Álvarez admitió que abandonó este sueño porque dejó de creer que era posible mientras crecía. Solo cuando vio el anuncio de la ESA para buscar nuevos astronautas cuando "ese sueño realmente empezó a volver a mi cabeza. Pensé que era un tren que tenía que coger", señaló.
Durante la ceremonia de graduación Álvarez se pegó muy sonriente en el pecho las "alas" que le identifican a partir de este lunes como astronauta de la ESA.
Los nuevos cinco astronautas profesionales fueron seleccionados en 2022 entre 22.500 junto a una reserva de 12 compañeros, entre ellos la española Sara García.
Volarán a principios de 2026
La promoción 2022 de astronautas de la ESA está compuesta, además de por Álvarez, por la francesa Sophie Adenot, la británica Rosemary Coogan, el belga Raphaël Liégeois y el suizo Marco Alain Sieber. También concluyó un año de entrenamiento básico como astronauta la candidata australiana Katherine Bennell-Pegg.
"Es un día muy importante. Un momento muy histórico para vosotros los astronautas y para la ESA", dijo en la ceremonia el director general de la agencia, Josef Aschbacher, quien recalcó que ahora la organización europea cuenta con 11 astronautas de ocho Estados miembros, entre ellos España.
También indicó que cinco de los astronautas tendrán la primera oportunidad de volar al espacio como pronto a principios de 2026, según el plan de vuelos negociados con la NASA y otros socios de la Estación Espacial Internacional (EEI) para lo cual los elegidos tendrán que someterse a otro entrenamiento para "estar listos realmente" para volar a plataforma orbital.
"Ahora estamos centrados en preparar una misión a la EEI, que es un desafío bastante grande", afirmó Álvarez en una ronda de preguntas y respuestas tras la ceremonia de graduación.
Aschbacher explicó que más de 300 personas se implicaron en la formación de los nuevos astronautas, que fueron sometidos a un entrenamiento compuesto por teoría y muchas prácticas.
Durante su formación básica se adentraron en la biología fundamental y las técnicas científicas de laboratorio, recibieron formación médica, perfeccionaron sus conocimientos técnicos con formación sobre sistemas de naves espaciales, ingeniería de vuelo, robótica y sistemas de soporte vital y tuvieron lecciones de astronomía, astrofísica y meteorología.
Un aspecto destacado de su formación fue la simulación de caminatas espaciales, además de simular las condiciones de lanzamiento y de vuelo en gravedad cero, así como las lecciones del idioma ruso en Alemania durante ocho horas al día.
"Después de dos meses teníamos el ruso en nuestra cabeza", explicó Sophie Adenot.