Los expertos avisan: este es el tiempo que debes tomar el sol para evitar quemarte, según tu tipo de piel
La luz solar es una fuente beneficiosa para la salud, pero también puede resultar perjudicial para nuestra piel si nos exponemos en exceso o no utilizamos la protección solar adecuada.
Madrid | 16.06.2023 11:05
El sol es una gran fuente de energía que hace posible la vida en nuestro planeta. Sin embargo, la acción de la radiación solar en el ser humano posee unos efectos que también influyen de forma importante en su salud.
José Aguilera, miembro del grupo de fotobiología de la Academia Española de Dermatología y especialista en el equipo del Laboratorio de Fotobiología Dermatológica de la Universidad de Málaga, sostiene que evitar la exposición en las horas centrales del día resulta fundamental para la salud y para la piel del ser humano.
En particular, el biólogo defiende que, en lugar de hablar de "protección al sol", se debe emplear el término "exposición solar inteligente" que, según explica, "consiste en conocer exactamente los riesgos y las consecuencias que me puede producir una sobreexposición solar". Incide, pues, en que es imprescindible comprender en qué consiste el índice ultravioleta.
De acuerdo con el experto, se trata de un método que se utiliza para predecir la intensidad con la que la radiación ultravioleta solar alcanza la superficie terrestre, que hace referencia a los diferentes fototipos de piel según la escala de Fitzpatrick.
"La piel del ser humano se divide en seis tipos según la intensidad de su pigmentación. Dependiendo del valor del índice ultravioleta y de nuestro tipo de piel, la luz solar tardará más o menos tiempo en dañar la piel de forma aguda provocando quemaduras", sostiene José Aguilera, que destaca seis fototipos principales:
- Fototipo I. Piel blanca alabastro con muchas pecas y rubios: siempre se quema fácilmente, concretamente, a los 20 minutos de exposición. La quemadura puede ser intensa y nunca se broncea
- Fototipo II. Piel blanca y ojos azules: siempre se quema fácilmente, en particular, a los 25 minutos de exposición solar. La quemadura puede ser intensa. Puede llegar a broncearse pero mínimamente.
- Fototipo III. Piel blanca con mínima tonalidad marrón. Caucasianos: puede quemarse (tras los 30-40 minutos de exposición), pero la quemadura será moderada. Puede llegar a broncearse gradualmente.
- Fototipo IV. Piel de tono marrón más o menos intenso. Mediterráneos: puede quemarse con 50 minutos de exposición, pero la quemadura será mínima. Siempre se broncea
- Fototipo V. Piel de tono marrón intenso. Asiáticos, Negros de tonalidad poco intensa, Oriente Medio, Sudamérica: raramente se quema. Se broncea con intensidad.
- Fototipo VI. Negros de tonalidad intensa: nunca se quema y se broncea profundamente.
¿Cuánto tiempo debo tomar el sol?
Con el objetivo de sintetizar la dosis diaria de vitamina D que necesita nuestro cuerpo, José Aguilera sostiene que la exposición solar siempre debe de ser "controlada y gradual".
"Simplemente, entre cinco y siete minutos al sol son suficientes para generar mil unidades internacionales de vitamina D, que es el elemento positivo que nos debe de acompañar todos los días del año para alcanzar un nivel de la vitamina D adecuado”, cuenta el experto, que afirma que esta vitamina está implicada en nuestro sistema inmunológico, en nuestro sistema muscular y en nuestro sistema neurológico.
Por lo tanto, el tiempo aconsejado de exposición solar es de cinco a siete minutos en verano y una hora y media en invierno para alcanzar la síntesis de vitamina D necesaria.
Por su parte, la doctora Lara Valles, jefa asociada del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario General de Villalba, advierte del impacto en la salud de tomar el sol en exceso y señala que "puede ser un hábito tan perjudicial como fumar".
Por lo tanto, en referencia a los riesgos de una exposición prolongada, y sin la protección adecuada, a la radiación ultravioleta procedente del sol, los expertos señalan los siguientes:
- Aparición de eritemas. Se caracterizan por el enrojecimiento de la piel expuesta al sol y precede a la quemadura.
- Quemaduras de primer y segundo grado.
- Cáncer de piel y otros trastornos cutáneos.
- Cataratas y otros trastornos de la vista.
- Envejecimiento prematuro de la piel.
- Inhibición del sistema inmunitario.