Un estudio revela que los padres con testículos pequeños se involucran más en el cuidado de sus hijos
Según un estudio estadounidense, el tamaño de los genitales del progenitor está directamente relacionado con la implicación de este en el cuidado de su hijo.
Un estudio de la Universidad Emory en EEUU realizado a partir de escáneres cerebrales, indica que el tamaño de los testículos afecta al nivel de implicación de los padres en el cuidado y crecimiento de sus hijos. Así, los hombres con menor volumen testicular estarían más implicados en los cuidados paternales.
Los autores señalan que el tamaño está relacionado directamente con la producción de testosterona, y esta, con la energía que los hombres invierten en la crianza. “Estudios anteriores habían demostrado un vínculo entre una fuerte implicación del padre y niveles de testosterona bajos. Ahora hemos encontrado una relación con el tamaño de los testículos”. explica el antropólogo James Rilling, uno de los autores del trabajo.
Dado que el volumen testicular se asocia con la producción de testosterona y esperma, Rilling decidió investigar la relación entre el tamaño de los genitales y la energía que los progenitores invierten en sus hijos. En el trabajo participaron setenta padres biológicos de entre 21 y 43 años de edad, con hijos de edades comprendidas entre 1 y 2 años.
Con imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI), los investigadores, por un lado, cuantificaron el volumen de los órganos reproductores; y por otro, monitorizaron la actividad cerebral de los padres mientras observaban fotografías de sus niños. Además, los voluntarios completaron una encuesta sobre su grado de participación en el cuidado de los hijos, con preguntas sobre actividades habituales como el acompañamiento de los niños al médico o la atención durante la noche.
“Los resultados indican que los hombres con testículos más pequeños se involucran más en el cuidado infantil y además, al ver las fotos de sus niños, experimentan estímulos más fuertes en los circuitos del cerebro relacionados con la recompensa y la motivación”, afirma el investigador.
Según los datos de Rilling y su equipo, existe una correlación débil pero positiva entre el volumen de los genitales y la producción de testosterona. “Otros estudios en han demostrado que el tamaño de los testículos está ligado más fuertemente con la cantidad y calidad del esperma”, destaca Rilling. Los autores creen que la relación entre el tamaño de los testículos y la actividad cerebral asociada al cuidado de los hijos sugiere un equilibrio entre apareamiento y crianza.
Esta hipótesis argumenta que todos los organismos tienen una cantidad limitada de energía para dedicar al esfuerzo reproductivo, que puede invertirse en la crianza de los hijos o en el apareamiento. La teoría sugiere que ambas actividades compiten, de manera que los hombres que dedican más energía a buscar oportunidades de reproducirse sexualmente se quedan con menos fuerzas disponibles para cuidar de sus hijos, y viceversa. Por lo que los hombres con testículos más pequeños invierten menos recursos en el apareamiento y por ende, están más involucrados en el cuidado de sus hijos.