Se acerca la época del año donde miles de estudiantes españoles tienen que tomar una importante decisión sobre su futuro: elegir qué carrera universitaria quieren estudiar.
Una vez terminados los exámenes, tienen que decidir a qué se quieren dedicar el resto de su vida. Para muchos esta elección es tarea fácil si sienten vocación por algún oficio, sin embargo hay quienes todavía tienen que sopesar las opciones disponibles con detenimiento para después y luchar por conseguir la nota de corte correspondiente.
Hay muchos factores determinantes a la hora de decantarse por una carrera u otra, aunque sin duda, uno de los principales tiene que ver con las oportunidades laborales que tienen las distintas profesiones en España.
De entre todas las carreras, existe una que muy pocos eligen para estudiar en la universidad pero cuya empleabilidad se acerca al 100%. Pero, según los expertos en la materia, por desconocimiento del alumnado, cada año pierde más matriculados pese a sus salidas laborales: ingeniería agrónoma.
Según datos de la UPM, durante la década de los años 90 se produjo un aumento de estudiantes, en todas las ingenierías, propiciado a juicio de Rosario Haro, por el "babyboom".
En el caso de las ingenierías agrónomas (con alrededor de 5.000 alumnos por año en aquel momento), este incremento también se vio impulsado por la apertura de nuevas Universidades y Escuelas con dichas titulaciones.
Pero a partir de 2005, los datos reflejan un descenso de los matriculados en másteres y carreras del sector agro, que se sitúan en el curso 2021-2022 en 2.299 alumnos.
"No se ha sabido transmitir bien el mensaje", reconoce Rosario Haro, subdirectora de Ordenación Académica de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas (ETSIAAB) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), para indicar que, entre los estudiantes que están en edad de eligir carrera, circula la idea de que este grado supone, simplemente, “trabajar en el campo”.
Por ello, desde las instituciones académicas, tratan de mejorar la comunicación con los jóvenes, incluidas campañas en redes sociales.