El Director de Innovación e Indicadores de Progreso de la OCDEexplica en Onda Cero que no conoce “todos los detalles” del decreto del Ministerio de Educación que permite acortar la duración de los Grados universitarios y alargar la de los Máster. Aun así, se muestra partidario de adoptar el sistema 3+2, ya que es el que predomina en los países que integran el llamado Espacio Bolonia. "Es mejor para la movilidad de los estudiantes, para el reconocimiento de las calificaciones y para cumplir con muchos de los objetivos para los que se construyó el Espacio Europeo de Educación Superior". Van Damme cerró ayer la Semana de la Educación que organiza la Fundación Santillana.
Dirk Van Damme no se muestra tan preocupado por el exceso de cualificación de los jóvenes españoles como el resto de sus colegas de la OCDE. Considera que la mejor preparación es "una inversión de futuro", incluso cuando el mercado laboral no es capaz de dar una oportunidad. En su opinión, la situación que estamos viviendo se debe a la crisis económica y cree que el panorama será diferente en "diez o veinte años". Con todo, apuesta por hacer "un poco más selectivo" el sistema de acceso a la universidad, sin que ello se traduzca en más alumnos con recursos y menos de clase trabajadora.
Sobre los retos que le quedan por afrontar a la educación española, ve necesario mejorar la Formación Profesional. "Creo que el mayor déficit del sistema educativo español es que no tiene un buen sistema de Formación Profesional, orientado a los alumnos de Secundaria y organizado con las empresas". Subraya que muchos países de la OCDE y de Europa han adoptado el enfoque Dual, donde no sólo hay sistemas académicos fuertes, sino también un modelo de FP muy fuerte en el que los alumnos que no tienen el talento o la motivación necesaria también encuentran una oportunidad en el mercado laboral.
En cuanto al papel que debería desempeñar la tecnología en el proceso de cambio educativo, entiende que no es una cuestión de medios sino de habilidades y conocimientos. "Creo que la mayoría de los profesores no se resisten a la tecnología, pero no son conscientes del enorme potencial que puede jugar en el desarrollo de sus clases y del método pedagógico".