VERANO

Conducir sin camiseta, en chanclas o beber agua: las multas de la DGT en verano

Aunque estas multas te las pueden poner en cualquier momento del año, son mucho más habituales durante el verano. Presta mucha atención.

ondacero.es

Madrid | 15.08.2022 07:02

Mirar el móvil mientras conducimos puede acarrear una multa de hasta 200 euros | Pixabay

En verano, con las altas temperaturas, con las vacaciones… tendemos a relajarnos. Eso sí, eso no debe hacernos caer en una serie de actitudes o manías que, aparte de ser peligrosas (unas más que otras), pueden conllevar una sanción de tráfico si los agentes interpretan que puede afectar a la conducción.

Es más: en las campañas que la DGT ha realizado con motivo de la Operación Salida se ve cómo se pone el foco en determinadas actitudes muy habituales en verano y en cómo pueden provocarnos un disgusto. De hecho, seguro que en más de una ocasión has escuchado eso de que conducir con chanclas o con el codo en la ventanilla puede ser susceptible de multa, pero: ¿Qué hay de cierto y qué de mito?

El calzado durante la conducción

De todas las posibles sanciones la que más dudas genera es la del calzado de playa. Conducir en chanclas y sin camiseta no está prohibido, "pero si un agente considera que esa situación te ha llevado a incurrir en una acción peligrosa, o insegura, podrá sancionarte", dice la web especializada Diariomotor.com. Estos son algunos de los artículos de Reglamento de Circulación referentes a la mencionado:

  • Artículo 18.1. El conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente en la conducción; así como cuidar la posición adecuada y que la mantengan el resto de los pasajeros, y la adecuada colocación de los objetos o animales transportados.
  • Artículo 17.1. Los conductores deberán estar en todo momento en condiciones de controlar sus vehículos.
  • Artículo 3.1. La conducción debe hacerse con la diligencia y precaución necesarias para evitar todo daño, propio o ajeno; y prohíbe terminantemente conducir de modo negligente o temerario.

Así, se considera que conducir en chanclas, con tacones o descalzo puede interferir en la libertad de movimientos del conductor o en su velocidad de reacción y podría multarse con hasta 80 euros. Lo mejor para evitar problemas es llevar un calzado de cambio en el maletero para evitar líos, o en su defecto, utilizar algún tipo de sandalia que se agarre al pie por el talón.

Conducir sin camiseta

Algo similar ocurre cuando nos pillan sin la ropa adecuada mientras circulamos. Estamos hablando de hacerlo sin camiseta, y una vez más aquí se debe aplicar el sentido común. No hay norma concreta que prohíba conducir sin ropa, pero es cierto que, de hacerlo, el riesgo para el conductor en caso de accidente aumenta ya que puede sufrir quemaduras por el cinturón o el airbag.

Por este motivo y basándose en los artículos de la norma anteriormente explicada, la policía podría imponernos una multa de hasta 80 euros.

Otras posibles sanciones:

  • Conducir con una gorra que tape las orejas, hasta 80 euros de multa: de la misma forma que no se puede conducir con cascos para los oídos, no se puede conducir con elementos que nos tapen las orejas, ya que interfiere en nuestro sentido auditivo a la hora de conducir.
  • Conducir con el codo apoyado en la ventanilla, hasta 80 euros de multa: si los agentes interpretan que una determinada acción o postura puede afectar a la libertad de movimientos del conductor, te pueden sancionar también por este motivo.
  • Comer o beber mientras conduces, hasta 100 euros de multa: beber un refresco, comer un heladohelado… son cosas muy habituales en verano. Si lo haces a la vez que conduces, puede ser objeto de sanción por considerarse una distracción.

Por este motivo, antes de emprender cualquier viaje, es importantísimo ser previsor y poner el coche a punto en un taller profesional. Además, cabe subrayar que el verano y el calor pueden convertirse en grandes enemigos para conducir, por este motivo es importante extremar la precaución, con el fin de evitar cualquier imprevisto que pueda arruinarnos las vacaciones.