"Turquía es una barrera capaz de frenar el terrorismo en Europa". El primer ministro turco, de visita en Madrid, asegura que su país ha localizado y prohibido la entrada a, al menos, 60.000 combatientes extranjeros que intentaban llegar a Siria o Irak, todos muy jóvenes y procedentes de países europeos.
Otros 4.000 han sido encarcelados cuando intentaban regresar a Europa. Para Yildirim, si Turquía no hubiera hecho todo lo que está haciendo, "Europea sería un continente inhabitable".
"Hemos frenado la entrada a Turquía de 60.000 combatientes extranjeros del Daesh cuando viajaban a Siria o Irak. Venían de países europeos. Por favor, ténganlo en cuenta. Es una amenaza", ha dicho.
Se felicita porque Turquía ha conseguido que hoy entren la mitad de refugiados a Europa que el año pasado y le pide en este caso a Bruselas que cumpla con su parte y les entreguen los 3.000 millones de dólares prometidos.