A finales de 2016, Sarah Boyle fue diagnosticada de cáncer de mama triple negativo por los especialistas del Royal Stoke University Hospital. Se trata del tipo menos común de cáncer de mama, pero el más difícil de tratar y el más agresivo.
Por ello, decidieron darle quimioterapia, uno de los pocos tratamientos disponibles para este tipo de cáncer, y la aconsejaron realizar una doble mastectomía. Sarah, siguiendo los consejos médicos, aceptó tratamientos y procedieron a quitarle ambos senos.
No fue hasta julio de 2017, cuando los especialistas le informaron del error en su diagnóstico y, en realidad, estaba sana. Los médicos explicaron que habían cometido una equivocación en la lectura de una de sus biopsias iniciales.
Según informa el diario The telegraph, la joven ha tomado medidas legales contra el hospital, debido al "trauma psicológico que le han causado" y por las consecuencias que ha tenido tras recibir los tratamientos indicados. A pesar de que el hospital ha admitido su equivocación y ha pedido disculpas públicamente, Sarah continúa con el proceso judicial, explican sus abogados.