La ONU ha denunciado que Israel está destruyendo "todos los edificios en Gaza que están dentro de un kilómetro de la valla" que separa este territorio de Israel y que el objetivo de esta acción sería despejar la zona para crear una zona tapón (o zona de seguridad), lo que podría constituir un crimen de guerra.
En una declaración, el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, ha dicho que este grado de destrucción, con el supuesto propósito de crear un área de seguridad para Israel, no puede justificarse bajo ningún imperativo militar y puede constituir un crimen de guerra
"La gran destrucción de bienes no justificada por necesidades militares y llevada a cabo de forma ilegal y deliberada constituye una grave violación del Cuarto Convenio de Ginebra y un crimen de guerra", ha sostenido.
"Desde octubre (cuando empezó la guerra en Gaza entre Israel y el grupo islamista palestino Hamás), mi oficina ha registrado una destrucción y demolición generalizadas por parte de las Fuerzas de Defensa israelíes de infraestructura civil y de otro tipo, incluidos edificios residenciales, escuelas y universidades en zonas en las que no había combates o ya no se combatía", ha explicado.
"Israel no ha proporcionado razones claras para una destrucción tan extensa de la infraestructura civil", ha recalcado Türk.
En concreto, el organismo de la ONU ha recibido informes de demoliciones en Beit Hanoun y en Shujaiyeh (ambas localidades en el norte de Gaza), en el campo de refugiados de Nureirat, en la zona central de l enclave, así como en la ciudad de Jan Yunis, en el sur, en las últimas semanas.
Según la lectura de Türk, tal grado de destrucción no solo ha provocado desplazamientos masivos de población, sino que buscaría en última instancia hacer imposible su retorno una vez que las hostilidades hayan terminado, lo que sería otro crimen de guerra.