El Tribunal Supremo lo considera "acoso olfativo"

Italia multará a quien moleste con olor a frito a sus vecinos

Una nueva ley perseguirá en Italia a aquellos ciudadanos que molesten a sus vecinos con olores de cocina por encima de los límites tolerables.

ondacero.es

Madrid | 08.04.2017 14:04

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A partir de ahora, los italianos deberán tener cuidado con los olores que salen de su cocina, ya que si éstos superan los "límites tolerables" pueden ser sancionados. El motivo de esta ley tiene su origen en una disputa que surgió en un pequeño pueblo del Veneto italiano. Allí, un matrimonio de 78 años llegaba a los tribunales al ser denunciado por sus vecinos, que no podían soportar más el olor que provenía de los fogones de la pareja.

Según declaraban los denunciantes, las salsas que los ancianos preparaban, junto con el olor a pescado frito, escapaba por una fisura en la salida de humos de la cocina, y llegaba a los pisos superiores del bloque. Fue entonces cuando decidieron poner ante las cortes de la capital el asunto, por considerar los olores tan fuertes que superaban "los límites tolerables". Los vecinos lo denominaron en los tribunales como "acoso olfativo".

“Todo mi apartamento se impregnaba con el olor de salsa para la pasta y pescado frito. Parecía que su cocina estuviera en mi piso”, declaraba uno de los vecinos del matrimonio.

Finalmente, el caso llegó a las Cortes Supremas de Roma, donde se dictó la sentencia por la que el exceso de humos y olores derivados de los aceites fritos entran en el Código Penal, en una normativa que legisla los gases, vapores o humos emitidos o arrojados a la vía en espacios públicos o privados pero de uso compartido. El juez determinó que el matrimonio de ancianos deberá pagar una multa de 2.000 euros por este comportamiento antisocial. Con la sentencia 14467/2017 nace en Italia el “acoso olfativo”.

Matteo Santini, abogado especializado en disputas vecinales, explicaba a La Repubblica que este tipo de denuncias entre vecinos en Italia son muy frecuentes y que algunos hasta llegan a pedir compensaciones económicas por tener que cambiar de residencia, por sufrir depresión o traumas psicológicos.