"El atentado ya ha acabado, todos los insurgentes fueron eliminados y el área está ahora bajo el completo control de las fuerzas de seguridad", indicó Samim Khpalwak, portavoz del gobernador provincial.
Aseguró que la situación en el área, en la que también se ubica la principal base estadounidense en el sur del país, está volviendo a la normalidad "gradualmente" y que las tropas afganas están intensificando las medidas de seguridad en la zona.
Según los últimos datos ofrecidos por el Ministerio de Defensa, 37 civiles y nueve atacantes perecieron durante el ataque, en el que también resultaron heridos otras 35 personas.
El atentado fue perpetrado desde un área civil cercana al aeropuerto, al que los atacantes no accedieron en ningún momento, indicó a Efe el portavoz de la misión de la OTAN en Afganistán (Apoyo Decidido), Michael Lawhorn.
Su inicio tuvo lugar apenas 24 horas después de que otro ataque coordinado contra un puesto policial causase la muerte de dos insurgentes y heridas a dos policías también en la misma localidad.
El Aeródromo de Kandahar acoge una importante base militar de Estados Unidos y el cuartel general de la Policía regional y un aeropuerto internacional, entre otras instalaciones públicas.
Desde que finalizó su misión de combate el 31 de diciembre de 2014, la OTAN mantiene una misión de capacitación con alrededor de 4.000 soldados, un contingente que triplicará en 2016.
Estados Unidos por su parte tiene 9.800 soldados en el país asiático, de los que cerca de la mitad permanecerán más allá del final del mandato de Barack Obama en enero de 2017.