Antonio Guterres, ha manifestado su "grave preocupación" por los últimos bombardeos de Israel sobre la capital libanesa, Beirut.
"El secretario general está gravemente preocupado por la dramática escalada de acontecimientos en las últimas 24 horas", ha indicado el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric.
Guterres considera que "este ciclo de violencia debe cesar ya y todas las partes deben retroceder del borde". "El pueblo de Líbano y el pueblo de Israel y también el resto de la región no se puede permitir una guerra abierta", ha argumentado.
Hay que regresar de inmediato al cese de hostilidades
Por eso pide cumplir la totalidad de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU y "regresar de inmediato al cese de hostilidades". "También ha reiterado su llamamiento a un alto el fuego inmediato en Gaza y a la liberación de todos los rehenes", ha apuntado Dujarric.
Israel ha aumentado sus ataques en las últimas semanas sobre objetivos de Hezbolá en el este, el sur y en la capital de Líbano, Beirut, donde murió el secretario general del grupo, Hasán Nasralá.
El movimiento chií libanés, por su parte, ha confirmado la muerte de su líder máximo en los bombardeos que han tenido lugar sobre Beirut.
El pasado 20 de septiembre, Israel ya mató en otro ataque en Beirut al jefe de operaciones militares y de las fuerzas de élite Radwan, Ibrahim Aqil, en el que también murieron al menos otros 16 miembros del grupo y decenas de civiles.
A finales de julio, en otro bombardeo en Beirut, fue asesinado el entonces número dos de Hezbolá, Fuad Shukr.
Ahora, la muerte de quien fuera el líder de Hezbolá desde 1992, después de que su predecesor, Abbás al Musawi, falleciera en otro ataque perpetrado por un helicóptero israelí en el sur del Líbano, abre un escenario impredecible tanto sobre el futuro del grupo como del conflicto abierto que mantiene con Israel desde el 8 de octubre.