El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, consideró este sábado que la muerte del líder del grupo chií Hizbula Hasán Nasrala en un bombardeo isaelí es "una medida de justicia para sus muchas víctimas, incluyendo miles de civiles estadounidenses, israelíes y libaneses".
"Hasán Nasrala y el grupo terrorista que lideraba, Hizbulá, fueron responsables de matar a cientos de estadounidenses durante un reino de terror de unas cuatro décadas", dijo el mandatario en un comunicado de la Casa Blanca, en el que reiteró el derecho de Israel a la autodefensa.
El bombardeo que mató a Nasrala ayer "tuvo lugar en el contexto amplio del conflicto que empezó con la masacre de Hamás el 7 de octubre de 2023. Nasrala, el día siguiente, tomó la decisión fatídica de unir manos con Hamás y abrir lo que llamó un 'frente norte' contra Israel", indicó Biden.
El movimiento chií libanés, por su parte, ha confirmado la muerte de su líder máximo en los bombardeos que han tenido lugar sobre Beirut.
El pasado 20 de septiembre, Israel ya mató en otro ataque en Beirut al jefe de operaciones militares y de las fuerzas de élite Radwan, Ibrahim Aqil, en el que también murieron al menos otros 16 miembros del grupo y decenas de civiles. A finales de julio, en otro bombardeo en Beirut, fue asesinado el entonces número dos de Hizbulá, Fuad Shukr.
Ahora, la muerte de quien fuera el líder de Hizbulá desde 1992, después de que su predecesor, Abbás al Musawi, falleciera en otro ataque perpetrado por un helicóptero israelí en el sur del Líbano, abre un escenario impredecible tanto sobre el futuro del grupo como del conflicto abierto que mantiene con Israel desde el 8 de octubre.