Se agudiza la erosión de Merkel tras los comicios en Berlín y se consolida la derecha radical
El elector de Berlín plasmó, en los comicios regionales de la ciudad-estado y capital alemana, la erosión que sufre la gran coalición de la canciller Angela Merkel, así como el auge de la derecha radical, imparable a un año de las generales de 2017.
La Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel sufrió un nuevo revés y quedó en el 17,7 % -un mínimo histórico desde 1948, destacó el diario conservador "Frankfurter Allgemeine"-, más de cinco puntos por debajo de sus resultados de 2011 en la capital.
Su socio en la gran coalición, el Partido Socialdemócrata (SPD), se defendió como primera fuerza en el "Land", pero quedó en un 21,9 %, seis puntos y medio menos que en 2011, según los resultados parciales de la televisión pública ARD, a las 19.00 GMT, tres horas después del cierre de los colegios electorales.
Entre ambas grandes formaciones tradicionales no suman lo suficiente para reeditar la alianza con la que ha gobernado hasta ahora el alcalde-gobernador, el socialdemócrata Michael Müller.
Ello aboca al SPD, fuerza dominante en la ciudad-estado desde 2001, a tratar de armar un tripartito con la Izquierda -que ganó cuatro puntos hasta alcanzar los 15,6 %- y los Verdes -un 15,3 %, una caída de dos puntos-.
Al margen del previsible giro izquierdista en la capital, los comicios berlineses apuntalaron a un partido que, hoy por hoy, está descartado como socio por el resto de las fuerzas: la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).
La representante de la derecha radical obtuvo un 13,8 %, lo que le garantiza una sólida representación en otra Cámara regional, la décima donde consigue escaños del total de 16 "Länder" del país.
Las regionales de Berlín, con 2,5 millones de electores, seguían a las celebradas quince días atrás en Mecklenburgo-Antepomerania, en el este del país, donde la CDU se vio humillada y superada en votos por la AfD, que obtuvo un 20,8 %.
Tras los comicios de hoy, esta formación se ve como imparable en su siguiente gran objetivo, las generales previstas exactamente para dentro de un año, el 17 o el 24 de septiembre de 2017.
Ninguna formación ultraderechista logró nunca escaños en el Parlamento federal (Bundestag); la misma AfD se quedó en 2013 a las puertas de lograrlo, al situarse unas décimas por debajo del mínimo requerido del 5 %.
Entonces representaba al voto euroescéptico -y no cuajó entre el elector alemán-, mientras que con la crisis migratoria giró hacia la xenofobia y reclutó el voto contra la acogida de refugiados.
Por encima de la sangría de votos, al SPD le quedaban hoy ánimos para festejar, puesto que sigue siendo la fuerza dominante en la capital, después de haber liderado todos sus gobiernos desde 2001.
Para el socialdemócrata Müller, que accedió al puesto en 2014 tras la retirada de su correligionario Klaus Wowereit, ha sido una trayectoria fácil, pese a la situación de endeudamiento, creciente especulación inmobiliaria y precariedad que vive la capital, los grandes quebraderos de cabeza de sus conciudadanos.
Teóricamente podría tratar de gobernar apuntalado por la CDU y el tradicionalmente acomodaticio Partido Liberal (FDP), que tras una legislatura sin escaños regresara a la Cámara al obtener un 6,7 %.
Lo más probable, sin embargo, es que se decida por el tripartito con ecologistas e izquierdistas, partidos ambos a los que Wowereit ya tuvo como aliados en gobiernos sucesivos.
El hecho de mantenerse como primera fuerza -tanto en Berlín como en Mecklenburgo-Antepomerania- alivia la pérdida de votos del SPD.
En cambio, para Merkel se acentúa el desgaste y presumiblemente también las presiones de su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), que desde hace meses la apremia a que dé un giro derechista y endurezca la política de refugiados.
Una encuesta de cara a las generales de 2017 reflejaba este domingo la persistente caída en intención de voto del bloque conservador, que obtendría un 32 % -un punto menos que una semana atrás-, mientras que el SPD obtendría un 24 %.
AfD sería la tercera fuerza con un 14 %, por delante de los Verdes y la Izquierda, las actuales formaciones de la oposición en el Bundestag.