Según ha informado el abogado de la familia

El sospechoso del 'caso Yeremi' se niega a declarar y a que le tomen el ADN

El sospechoso de haber raptado hace nueve años al niño Yéremi Vargas en Vecindario (Gran Canaria), Antonio O.B., conocido como "El Rubio", se ha negado hoy a declarar ante el juez que lleva el caso y se ha opuesto a que le tomen el ADN, según ha informado el abogado de la familia del menor.

ondacero.es

Madrid | 13.07.2016 15:43

El sospechoso a su llegada a los juzgados de San Bartolome de Tirjana | EFE | Archivo

"El Rubio" comparecía hoy por primera vez ante el juez de Instrucción número 2 de San Bartolomé de Tirajana, pero lo ha hecho de forma breve, poco más de diez minutos, si bien ha estado más de una hora en los calabozos del edificio, a cuya salida para su regreso a prisión el padrastro del niño, Jonatan Guisado, le ha gritado: "¡Cabronazo, dinos dónde está el niño!".

La citación de "El Rubio" ante el juzgado se produce después de que la Guardia Civil encontrara una serie de indicios contra él que podían señalarlo como el autor de una de las desapariciones de menores que mayor repercusión han tenido en toda España en los últimos años.

Antonio O.B. llegó hace unos días a Gran Canaria desde la prisión de Algeciras (Cádiz), donde estaba recluido a la espera de que lo juzguen a finales de año en la Audiencia de Las Palmas por la agresión sexual que sufrió otro menor en 2012 en el municipio de Santa Lucía de Tirajana, el mismo donde residía Yéremi.

El equipo de la Guardia Civil que se ha ocupado del caso en estos nueve años sin Yéremi sospecha de "El Rubio" por varios indicios, como el hecho de que era el propietario del coche que fue visto cerca del solar donde jugaba el niño aquel día o la circunstancia de que residía relativamente cerca de la familia.

También ha observado algunos paralelismos entre el delito de 2012 por los que va a ser juzgado dentro de unos meses (la agresión sexual a otro menor en el mismo municipio) y cuenta con manifestaciones que Antonio O.B. ha realizado en prisión, alardeando de que sabe lo que le pasó al niño de Vecindario.

Sin embargo, "El Rubio" se negó a decir nada ante los agentes cuando estos le interrogaron en la prisión de Algeciras: ni se confesó autor de los hechos, ni dijo quién se llevó a Yéremi.

Por eso había suscitado tanta expectación su primera declaración ante el juez que se ocupa del caso. Sin embargo, su comparecencia ha sido muy breve, porque de nuevo se ha acogido a su derecho de guardar silencio e, incluso, se ha negado a dar una muestra de ADN.

"Han sido apenas 10 minutos", ha señalado el letrado Pedro Sánchez, que ha asistido al interrogatorio en representación de la familia del niño de Vecindario, mientras el padrastro del menor, Jonatan Guisado, aguardaba a las puertas de los juzgados.

La familia espera que se practiquen nuevas pruebas y que el juez ordene que se analice el ADN de "El Rubio" por si su rastro genético puede arrojar alguna luz al caso, ha explicado el letrado, quien se ha mostrado convencido de que "al final se conseguirán los frutos" que se persiguen y ha declinado comentar el silencio del detenido.

Antonio O.B. tras comparecer ante el juez estuvo más de una hora en los calabozos de los Juzgados de San Bartolomé de Tirajana, pendiente de su traslado a la prisión de Las Palmas II, en la localidad de Juan Grande, en el sur de la isla, y a su salida el padrastro le ha gritado: "¡Cabronazo, dinos dónde está el niño!".

Guisado ha manifestado a los periodistas que la familia está convencida de que fue Antonio O.B. quien se llevó al niño. "Seguro, segurísimo", ha enfatizado.

Jonatan Guisado ha explicado al respecto que los parientes de Yéremi han recibido información de la Guardia Civil sobre el curso de las investigaciones que no pueden revelar todavía, porque el caso sigue bajo secreto de sumario.

Tras comprobar que "El Rubio" se negaba a hablar ante el juez, como ya hizo hace unas semanas con los agentes de la Unidad Central Operativa, Guisado ha reconocido que esperaban que esto ocurriera.

El padrastro de Yéremi atribuye ese silencio al carácter de Antonio O.B., al que considera "una persona mezquina y sin escrúpulos", pero "no un enfermo". "Es una persona muy cuerda y muy inteligente", ha apostillado.

Además, ha apuntado que podría "terminar con esto de una vez y así ya descansa él en la cárcel y nosotros".