El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha garantizado que nunca le ha temblado ni le temblará el pulso en el combate contra la corrupción, "enemigo común" de la democracia y contra la que es necesario "reaccionar".
En su primer discurso como candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Sánchez ha reconocido que, en ocasiones, unos y otros han cometido el "error" y la "torpeza" de pensar que la corrupción es sólo cosa del adversario político.
"No basta con que nos manifestemos asqueados contra la corrupción", ha asegurado el líder del PSOE, que cree que ha llegado "la hora" de reconocer que la mayoría de los militantes de los partidos con los que compiten los socialistas "son honestos".
Pese a que admite que la corrupción no afecta a todos por igual y que no todos los partidos reaccionan del mismo modo, Sánchez ha advertido de que la democracia tiene "un enemigo común", y ese enemigo es la corrupción. "Yo soy un político limpio. Por eso, en vez de rivalizar sobre quién es menos corrupto, volcaré desde el Gobierno todo el esfuerzo en prevenir, en combatir y en castigar con contundencia la corrupción", se ha comprometido.
Sánchez se ha comprometido con los suyos a liderar un "cambio seguro y valiente", que "una a todos los españoles", y al mismo tiempo a mantener la "autonomía" del proyecto socialista.
Ante unas 2.000 personas reunidas en el teatro Circo Price de Madrid para celebrar su candidatura, Sánchez se ha comprometido también a dirigir el próximo Gobierno de España "desde la moderación, con alternativas valientes y constructivas".
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha asumido este domingo, tras ser proclamado candidato a la Presidencia del Gobierno, que el "panorama político" hace que todos estén "obligados al diálogo" y hará falta el acuerdo, pero se ha comprometido a mantener la "autonomía" del proyecto socialista.
Así lo ha señalado el líder del PSOE ante unas 2.000 personas reunidas en el Teatro Circo Price para celebrar su proclamación como candidato a La Moncloa, tras ser proclamado este domingo por el Comité Federal del partido.
Sánchez ha estado acompañado por los 'barones' del partido, entre ellos la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y el presidente en funciones del Principado de Asturias, Javier Fernández, y por el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, el exvicepresidente Alfonso Guerra y el exsecretario general del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba.
Flanqueado por una enorme bandera de España proyectada a su espalda, Sánchez ha proclamado que el PSOE es el partido "más importante de la historia" del país, en el que "no ha habido una fuerza política capaz de unir e integrar a más personas en la vida y la historia común de España" como la de los socialistas.
El líder del PSOE, que ha recibido la confirmación de su candidatura "con humildad y con emoción", se ha comprometido a "erradicar el paro y la corrupción" si llega a La Moncloa, donde aspira a poner en marcha "un gobierno que base su fuerza en la ejemplaridad y en la alternativa constructiva". "Lideraremos el buen Gobierno desde la moderación, con alternativas valientes y constructivas", ha insistido.