Pedraz ha adoptado esta decisión en un auto a las pocas horas de tomarle declaración como imputado de un delito de humillación a las víctimas del terrorismo y después de que la Audiencia Nacional le obligara a reabrir el caso e interrogarle.
Con las explicaciones de Zapata, que ha reiterado a los periodistas su "nula voluntad" de ofender a las víctimas con sus comentarios en Twitter, el magistrado entiende que su conducta encaja en el ejercicio del derecho de expresión y en términos de debate, y que su voluntad no estaba dirigida "directamente" ofenderlas.