Bruselas asegura que aún no ha dado el visto bueno a la propuesta ibérica para topar el precio del gas
La Comisión Europea ha explicado que aún no se ha tomado una decisión "formal" para que se apruebe el plan de España y Portugal para abaratar el precio de la luz.
La Comisión Europea ha asegurado que aún no ha dado luz verde a la propuesta ibérica para topar el precio del gas en el mercado mayorista de la electricidad, sino que ha compartido con ambos países una evaluación "preliminar" y que "alguna información sigue pendiente", por lo que la notificación llegará "pronto", ha explicado una portavoz del Ejecutivo comunitario.
"Aunque no se han tomado decisiones formales por el momento, la Comisión sigue en contacto con las autoridades españolas y portuguesas sobre el diseño de la medida", ha explicado, después de que el primer ministro de Portugal, António Costa, que anunció que Bruselas había aprobado la medida y que el Ministerio español de Transición Ecológica confirmara las palabras del luso, la Comisión Europea subrayó que su "principal objetivo" es tomar "decisiones sólidas lo antes posible".
La idea es asegurar que la medida, además de "reducir los precios del mercado de la electricidad al contado para empresas y hogares", no tiene un impacto negativo en las "condiciones comerciales" que sea contrario al "interés común" de la UE.
Fuentes diplomáticas cuentan que "se mantiene todo lo clave" de aquello que formaba parte del acuerdo político alcanzado semanas atrás, es decir que el precio medio a lo largo de los 12 meses será de 50 euros por megavatio hora (MWh) y que empezará en 40 euros MWh y que se mantendrá el sistema de interconexión con Francia previsto en el borrador.
En este contexto, la Comisión Europea "toma nota de las circunstancias excepcionales" que justifican la adopción de este mecanismo para abaratar la factura de la luz, en especial su "diseño específico" y el hecho de que su aplicación esté "limitada" en el tiempo.
Las negociaciones entre España y Portugal, por un lado, y Bruselas, por otro, acumulan ya varias semanas desde que los jefes de Estado y de Gobierno de la UE reconocieran el pasado 25 de marzo la llamada "excepción ibérica", que abrió a puerta a que ambos países adoptaran medidas excepcionales para abaratar la factura de la luz.