La polémica desatada en los últimos días por el cobro del bono social térmico por parte de Enrique Ossorio, vicepresidente del Gobierno de la Comunidad de Madrid, y Mónica García, líder de la oposición en la región, está marcando la agenda política y la actualidad en los últimos días. Ossorio y García reciben una ayuda de casi 200 euros.
Este jueves se conocía que el secretario general del PP de Madrid, Alfonso Serrano, también se estaba beneficiando de una ayuda como "familia vulnerable severa", con un importe de más de 300 euros. Serrano ha echado balones fuera afirmando que era una ayuda que él no había pedido y ha pedido al Ministerio de Hacienda que lo mire porque él tiene "mucho trabajo para estar atento a estas cuestiones".
El Gobierno ha rectificado rápidamente después de conocerse esta situación y ha anunciado que se realizará un nuevo cálculo para evitar que accedan al bono personas que no lo precisen, aunque no han especificado cuál será. Se prevé que el límite máximo de renta para recibir este tipo de ayudas será ligeramente superior al establecido para las unidades de convivencia de 4 ó 5 miembros, que es de alrededor de 25.000-26.000 euros anuales.
Este bono social térmico forma parte de un programa de ayudas creado en el año 2018 con el objetivo de compensar los gastos térmicos de los hogares más vulnerables por el uso de calefacción y el agua caliente o cocina. Son beneficiarios de este bono quienes percibieran el bono social eléctrico a 31 de diciembre del pasado año, para el que solo es necesario poseer el título de familia numerosa independientemente de cuál sea la renta familiar.
Pero este no es el único bono o ayuda del gobierno que beneficia a las rentas altas. Ya vimos cómo lo hizo la bonificación de 20 céntimos por litrode carburante durante gran parte del 2022, una ayuda que no hacía distinción de renta y por la que los más ricos se vieron más beneficiados que los más vulnerables debido a que estos últimos consumen menos combustible.
Otra de estas ayudas es el bono cultural joven, que se puso en marcha en 2022. Esta ayuda de 400 euros a los jóvenes de 18 años para gastar en actividades culturales se otorga sin revisar la renta familiar de los solicitantes, como sí se hace con las becas.