La vivienda está marcando la agenda política de los últimos días después de la multitudinaria movilización del pasado domingo en Madrid en la que miles de manifestantes salieron a la calle para reclamar el derecho a la vivienda, la bajada del precio de los alquileres y señalar a la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, como culpable.
Pedro Sánchez advirtió este lunes de que si no se reacciona con contundencia al problema de la vivienda, la sociedad acabará dividida en dos clases "y yo no quiero una España donde haya propietarios ricos e inquilinos pobres".
La respuesta del Gobierno fue anunciar este lunes la aprobación de una nueva edición del Bono Alquiler Joven dotada con 200 millones de euros que ya había sido anunciada con anterioridad y consensuada con las comunidades autónomas.
La medida ha sido tan criticada que hasta Sumar, principal socio del PSOE en el Gobierno, se ha desmarcado ella afirmando que "no hay que dar dinero a los rentistas" y su líder y vicepresidenta segunda del Ejecutivo, Yolanda Díaz, la calificó como insuficiente y contraproducente.
Han sido muchas las voces que se han mostrado en contra de una medida que ya lleva dos años en funcionamiento y que ha resultado ineficaz. Joan Tubau, profesor de Economía en la Universidad Pompeu Fabra, ha explicado en redes sociales cómo la medida va a favorecer más a los caseros que a los inquilinos.
Tubau asegura que la demanda de inmuebles es "inelástica" porque no se están proporcionando suficientes pisos para alquilar y que, en estos casos, "el bono lo captura en su práctica totalidad el casero".
Otros expertos en la materia, como el profesor Gonzalo Bernardos, ha planteado como medida el aumento de compra por parte del sector privado. "Es necesario que el sector público confíe en que el sector privado debe comprar más vivienda y construir mucho más. Los bancos deberían avalar a los promotores en la compra de suelo, ofreciendo un 50% en lugar de cero euros en préstamos".