La reducción de jornada laboral ha sido uno de los acuerdos para la presente legislatura entre PSOE y Sumar. Las dos formaciones firmaron un pacto por el cual el Gobierno de coalición se comprometía a reducir la jornada laboral máxima legal sin reducción laboral, pasando a 37,5 horas semanales.
Dicho acuerdo también incluía una hoja de ruta que pasaba por una aplicación progresiva, desde las 38,5 horas en 2024 a las 37 como objetivo final para 2025. No obstante, la medida ha sobrevolado la legislatura con más tensión que acuerdos finales entre partidos, sindicatos y patronal.
El último choque se ha producido entre los propios partidos de la coalición. El PSOE ha restado importancia al calendario para reducir la jornada laboral, enfiando así la expectativa de aprobar la medida antes del 31 de diciembre de 2025, a lo que se había comprometido Yolanda Díaz, líder de Sumar y vicepresidenta segunda del Ejecutivo.
Así, fuentes socialistas inciden en que lo importante es que salga adelanta una medida que de momento solo cuenta con el apoyo de los sindicatos tras el rechazo de la CEOE. Dichas fuentes subrayan que no hay calendario fijo y que lo más importante es que se apruebe en esta legislatura, que puede acabar en 2027.
Las intenciones socialistas chocan con las de Yolanda Díaz en el principal punto de fricción en la coalición para sacar adelante la reducción de jornada. La líder de Sumar ha insistido esta semana en que el 31 de diciembre de 2025 "toda la población asalariada de este país, sin distinción, verá reducida su jornada laboral" sin baja salarial, y que se tramitará "de inmediato" en el Congreso con el registro del anteproyecto de ley.
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha respondido a estas palabras que se trata de un "objetivo compartido" y, aunque evita el choque con Díaz, no valora un calendario fijo de actuación. "Hay que cumplir el acuerdo de Gobierno. Reducción de jornada en 2025. Trabajar menos, vivir mejor. No les fallaremos", ha dicho el ministro.
En este sentido, Cuerpo ha destacado que se debe entender que la situación es "muy heterogénea" tanto por tipología de empresa como por sector. Por ello, ha reiterado la necesidad de acompañar a las empresas para ser capaces de que esta medida se implemente de la forma más eficiente posible y que redunde en un beneficio tanto para los trabajadores como para las empresas.
"El objetivo es conseguir una reforma que sea ambiciosa en su objetivo pero equilibrada en su diseño", ha enfatizado el ministro. Precisamente este miércoles, en una entrevista en laSexta, el ministro abogaba por centrar la atención "no tanto" en entrada en vigor, sino en que la medida sea sostenible y se mantenga en el tiempo.