En otro real decreto aprobado este martes, el Gobierno ha fijado la posibilidad de que la jubilación demorada voluntaria permita cobrar un aumento porcentual de la pensión por cada año de retraso, pero también un pago único.
Esta fórmula mixta ya estaba prevista en la reforma de las pensiones acordada con los agentes sociales en julio de 2021, pero no se había regulado hasta ahora: Desde 2022, ha explicado Escrivá, se puede cobrar de dos maneras:
Ahora se podrá optar también por esta nueva fórmula, de forma que quienes retrasen su jubilación entre 2 y 10 años recibirán simultáneamente un incremento de su pensión del 2% por cada año que demoren y un pago único equivalente a la mitad del que le correspondería si optaran por la fórmula actual del pago único.
De esta forma, si la jubilación se retrasa 11 años o más, el incentivo será de un pago único aplicado a 5 años del periodo demorado y un incremento del 2% de la pensión por cada año de demora.
Escrivá ha recordado que en 2022, primer año de aplicación, la jubilación demorada ha aumentado un 5,4%, en tanto que en el primer trimestre de 2023 se ha incrementado un 7,8%.
En lo que va de 2023, 1.148 nuevos pensionistas han optado por el pago único, cuya cuantía media es de 13.100 euros, ha detallado el Ministerio de Seguridad Social en un comunicado.
El 17% de las pensiones se ha beneficiado de algún tipo de complemento por demora, frente al 12% en el mismo periodo de 2022.