Luis Landero, Premio Nacional de las Letras 2022
El jurado destaca la "excelente escritura" del autor de obras como 'Juegos de la edad tardía', 'El huerto de Emerson' o 'El balcón de invierno'.
Luis Landero ha sido galardonado con el Premio Nacional de las Letras españolas 2022, que concede el Ministerio de Cultura y Deportes, "por ser un extraordinario narrador, creador de numerosas ficciones con personajes y atmósferas de gran expresividad".
Además, el jurado ha destacado "su excelente escritura recuperando la tradición cervantina con dominio del humor y la ironía e incorporando con brillantez el papel de la imaginación".
Landero es uno de los narradores más destacados de la literatura española y recurre a la memoria para retratar la sociedad contemporánea, también a través del humor y la ironía.
El escritor extremeño sustituye en el palmarés del premio al gallego José María Merino, Premio Nacional de las Letras 2021.
Pertenece a llamada nueva narrativa española
Su primera novela, 'Juegos de la edad tardía', publicada en 1989, obtuvo el Premio Nacional de Narrativa y el Premio de la Crítica. Ha publicado 16 libros, de ellos 11 novelas, que han marcado de manera decisiva las últimas décadas de la literatura de nuestro país, ocupando un lugar destacado y enormemente personal en la que se dio en llamar "nueva narrativa española" nacida en los años 80 y 90.
Entre sus obras destacan, junto a 'Juegos de la edad tardía', las siguientes: 'Caballeros de fortuna' (1994, Tusquets), 'El mágico aprendiz' (1999, Tusquets), 'El guitarrista' (2002, Tusquets), 'Retrato de un hombre inmaduro' (2009, Tusquets), 'Absolución' (2012, Tusquets), 'La vida negociable' (2017, Tusquets), 'Lluvia fina' (2019, Tusquets), 'El huerto de Emerson' (2021, Tusquets) o 'Una historia ridícula' (2022, Tusquets).
Luis Landero nació en Alburquerque (Cáceres), en 1948. En 1960, se trasladó a Madrid con su familia. Comenzó a trabajar a los catorce años en diversos oficios como aprendiz en un taller mecánico, recadero en una tienda de ultramarinos o auxiliar administrativo en una central lechera.
Tras la muerte de su padre en 1964, se dedicó profesionalmente a la guitarra flamenca, acompañando a diversos cantantes durante algunos años. Estudió Filología Hispánica en la Universidad Complutense de Madrid y ejerció en la misma como profesor ayudante de Filología Francesa. Fue profesor de Lengua y Literatura españolas en el instituto Calderón de la Barca de Madrid, en la Escuela de Arte Dramático de la misma ciudad y en la Universidad de Yale.