Remil, ex combatiente de guerra, trabaja ahora al mando del coronel Cálgarias, que le salvó la vida tras la rendición de Las Malvinas, en uno de los departamentos de los servicios secretos argentinos. Allí se maneja información confidencial sobre políticos, jueces y empresarios.
Un día, Remil recibe el encargo de proteger a la abogada española Nuria Méndez de Lugo, que llega al país para hacer negocios en el sector vitivinícola. Pasado un tiempo, se descubrirá que es sólo una tapadera pero, para entonces, Remil estará atrapado ya en una historia de atracción fatal con ella.
¿Qué pesará más: la fidelidad que Remil le debe a Cálgaris o su debilidad por Nuria? ¿Está el departamento en el que trabaja el protagonista implicado en los oscuros negocios de la abogada española?
Para Fernández Díaz, el autor de esta novela, “la política en Argentina es una novela negra”. Según relata, “el clima de época que tiene El puñal se relaciona con mi trabajo como periodista, que transcurre en la época espiada de los Kirchner, y en un contexto donde el tráfico de la droga y la corrupción de las fuerzas de seguridad avanzan de manera vertiginosa”. Y añade que la novela era ya un best-seller en Argentina antes de la muerte del fiscal Nisman, pero el suceso “provocó que se releyera bajo otra mirada”.
En 2016, El Puñal llegará al cine en una coproducción argentino-española, bajo la dirección de Marcelo Piñeyro.