Aviso, no he leído la obra original de Dolores Redondo (prometo pedírsela a los Reyes) por lo que sólo me ceñiré a su adaptación, que ésa sí que leí. Sin embargo, me gustaría hacer un pequeño inciso antes de ponerme con ello. No sé qué carajo le pasa a este país, o mejor, a sus críticos. ¿Cómo es posible que destrocen y apaleen de esa forma? ¿A santo de qué tanta saña y alevosía en menospreciar autor y obra? ¿Se pueden creer que al menos he leído unas diez críticas y sólo una era positiva? El resto no es que fueran malas, ¡es que iban directamente a la yugular! Como se suele decir, el pueblo es soberano y es el que ha decidido encumbrar esta obra y, por ende, a su autora. Ya veremos el veredicto del tiempo. Está claro que best seller no es sinónimo de calidad, pero despotricar de esa manera sólo denota una cosa: envidia. En fin, prometo volver sobre esto cuando me la lea, palabrita.
Si Álex de la Iglesia popularizó el año pasado el secreto a voces que era la historia de las brujas de Zugarramurdi, Dolores Redondo ha conjugado en su ficción elementos de intriga y novela negra con mitología vasca a sólo media hora al sur de donde la Inquisición aseguró que se practicaban los aquelarres. Elizondo, capital del Valle de Batzán, acaba por convertirse en un personaje más de esta trilogía y gracias a ella, en obligada visita de peregrinos fanáticos de las aventuras de Amaia Elizasun, la Clarice Starling de la Comunidad Foral. Y es que, con independencia del suspense, el folclore y lo tradicional juegan un papel determinante: el basajaun (especie de Señor/Pastor de los bosques, algo así como el Yeti vasco), las belagiles(brujas) o la mismísima diosa Mari (personificación de la madre tierra) campan a sus anchas por sus páginas y son determinantes para el devenir de la trama. Por no mencionar el txantxigorri, pastelito típico de la cocina navarra con el que firma el asesino de la historia. Y hasta aquí puedo leer… Háganse con un ejemplar, léanlo y juzguen ustedes mismos, que no les cuenten cuentos.
En cuanto al apartado gráfico, nos sorprendemos gratamente con el minucioso trabajo, primero en solitario, del gironès Ernest Sala, un joven talento (otro más) de la Escola Joso de Barcelona, cuyo principal obstáculo ha sido sintetizar en 88 páginas las 440 del original y, cómo no, los dichosos plazos de entrega. Encargado en enero, entregado en octubre. Si los primeros meses se dedicaron a story-boards y bocetos de personajes, nos quedamos en 3 meses para la realización del mismo. Una página por día. Eso, amigos, es mucha tela porque el resultado es tremendamente efectivo y de una grandísima calidad. Un artista al que habrá que seguir de cerca, tanto en sus trabajos como freelance para el Estudio Fénix o sus diferentes colaboraciones para la revista Cthulhu.
Edición Original:El guardián invisible
Editorial: Planeta DeAgostini Cómics
Dibujo y Guión: Ernest Sala (basado en la novela de Dolores Redondo)
Formato: Cartoné, 96 págs. Color
Precio: 20 €