"Birdman" triunfa en la edición de los Oscar "más blanca" de los últimos años
El largometraje de Alejandro González Iñárritu, 'Birdman', ha sido la triunfadora de los Oscar 2015 de Hollywood con cuatro estatuillas, entre ellas las de Mejor Película y Mejor Director. La gala se ha celebrado en Los Ángeles, con cierta polémica racial como telón de fondo. Según Neil Patrick Harris, maestro de Ceremonias, esta edición ha sido la más "blanca" de los últimos años, porque entre los 20 actores y actrices nominados para las principales categorías, no ha habido ninguno de raza negra o hispana.
Al final ganó 'Birdman'. Y como suele pasar en las jornadas electorales, los partidarios de 'Boyhood' dicen ahora que estos Oscars "no les representan".
Porque aunque la película que Richard Linklater rodó a lo largo de 12 años haya hecho historia marcando un hito, los académicos de Hollywood han decidido premiar a la virguería del mexicano Fernando González Iñárritu, cinta rodada simulando un único plano secuencia. Que ya ves tú. Pero no nos dejemos llevar por la rabia.
Ambos planteamientos eran suficientes para un duelo de titanes en estos Oscar, pero al final no fue tal, porque los pájaros volaron alto, y pudo el 'mexican power', y 'Birdman' se hizo con los premios más disputados: mejor película y mejor director.
El primero fue totalmente inesperado, porque 'Birdman' se llevó la mayoría de galardones previos en la carrera por el Oscar. Con el de mejor filme era la tercera vez que Iñárritu subía al escenario para recoger un premio que le correspondía a él personalmente. El segundo fue el del mejor realizador (dos mexicanos consecutivos con Alfonso Cuarón ganando en esta categoría), y el primero el de mejor guión original.
Al citado poder mexicano hay que sumar el segundo Oscar consecutivo para Emmanuel Lubezki a la mejor fotografía, el verdadero artífice de que 'Birdman' parezca rodada en una única toma, y que el año pasado ya ganó el mismo premio un poco por hacer lo mismo en 'Gravity'.
Si algo tuvo que lamentar 'Birdman' fue el premio de Michael Keaton. El actor había sido favorito al Oscar al mejor actor hasta poco antes de los Oscar, aunque según se acercaba la gran noche se fue desinflando en favor de Eddie Redmayne, quién al final ganó. Ya os habíamos dicho que los protagonistas de un biopic son mucho de llevarse Oscars. A esta lista nos remitimos.
El del británico fue el único Oscar para 'La Teoría del Todo'. El otro prmeio que podría haberse llevado la historia del primer matrimonio de Stephen Hawking era el de mejor guión adaptado, que fue a parar al casillero, por lo demás vacío, de 'Descifrando Enigma', biopic de Alan Turing protagonizado por Benedict Cumberbatch (que ni un triste photobomb, oye).
También fue la noche de 'El Gran Hotel Budapest'. Partía como la más nominada, y al final se llevó cuatro premios técnicos: mejor vestuario (para la legendaria figurinista Milena Canonero ganando su quinto Oscar), mejor maquillaje (increíble la transformación de Tilda Swinton), mejor diseño de producción por recrear ese universo tan particular de Wes Anderson, y mejor banda sonora para el doblemente nominado Alexandre Desplat.
Y ya que en este párrafo acabamos hablando de música, dos de los momentos más emotivos de la noche fueron el homenaje a 'Sonrisas y Lágrimas', con una sorprendentemente contenida Lady Gaga dando paso a Julia Andrews, y también lo fue el único momento de gloria de la noche para 'Selma', que precisamente fue el de mejor canción para 'Glory', que Common y John Legend interpretaron con un numerosísimo coro sobre el escenario del Teatro Dolby.
Otra de las ganadoras de la noche fue la tapada 'Whiplash'. La cinta empezó con el esperadísimo Oscar para J.K Simmons, quién ganó a mejor actor secundario por ese profesor tirano que ayuda a Miles Teller a ser el mejor batería del siglo XXI a base de sangre, sudor y lágrimas. Literal. Después vinieron los Oscar a mejor montaje (premio generalmente reservado a los ganadores a mejor película), y el de mejor mezcla de sonido por esos golpes de baqueta viscerales ("Not my fucking tempo!").
El premio más más más esperado fue el de Julianne Moore, que a sus 54 años ganó por fin el Oscar. Lo hizo por interpretar a una catedrática con Alzheimer en 'Siempre Alice'. Aquí todos contentos. Ella la que más.
En el apartado de mejor película de habla no inglesa ganó la favorita 'Ida', una joya polaca con una fotografía en blanco y negro deliciosa. ¿Habrá algún tipo de venganza de los personajes de la 'más argentina que española' pero producida por Almodóvar 'Relatos Salvajes'?
A mejor documental se lo llevó 'Citizenfour', la cinta que retrata la historia del ex empleado de la CIA "que reveló una amenaza a la democracia" según su directora, quine además dedicó el premio a los periodistas.
En la categoría de Mejor película de animación se impuso 'Big Hero', la última cinta de Pixar, que se impuso a la en un principio favorita 'Cómo entrenar a tu dragón 2'. Por cierto, Neil Patrick Harris, intentando hacer un cariñito a una de las grandes ninguneadas de la noche, presentó la categoría diciendo: "Ahora viene el premio en el que tenéis que entretener al equipo de 'La Lego película'". Que menudo feo le hicieron por no nominarla.
Y entrando ya en el apartado de perdedores, 'Boyhood', que optaba a 9 premios, y que al final se conformó con el de Patricia Arquette, uno de los Oscar más cantados de la noche, y cuyo discurso fue uno de los más aplaudidos. "Es hora de igualdad de derechos y salarios a las mujeres en EEUU". Incrustar aquí el gif de Meryl Streep aplaudiendo enloquecida.
La última película de Clint Eastwood ganó a mejor mezcla de sonido (¿Alguién es capaz de diferenciar este premio del 'montaje de sonido'?), pero 'El Francotirador', el biopic sobre "la leyenda de Irak" Chris Kyle, no rascó nada más. Y eso que en EEUU es ya la película más taquillera de 2014.
Mejores efectos visuales (esos que convierten los cromas verdes en espectaculares y multitudinarias secuencias) fue para 'Interstellar', otro de los ninguneados de estos Oscar. Aunque por lo menos a Jennifer Aniston le dejaron entregar un premio.
¿Y qué decir de la gala? Pues que fue todo muy Broadway. Muy de horario infantil. Muy "de padres". No carente de ritmo, pero sí mucho más blanca y exenta de humor que cualquier otro año. Ya de los Globos de Oro ni hablamos. Bromas nivel chinchar a tus compañeros en el patio del colegio. Neil Patrick Harris, de tanta expectativa, va a salir muy mal parado en las comparaciones con Ellen Degeneres.
Ni 'selfie', ni pizza, ni Oscar para 'Boyhood'.
Pues eso. Que estos Oscar no me representan.
(¿Y a ti?)