Una enfermera española crea un soporte respiratorio con botellas de plástico para salvar a niños prematuros en Kenia
La enfermera española Carla Muñoz ha conseguido salvar la vida a un bebé 27 semanas de gestación y 800 gramos de peso gracias a este sistema elaborado con botellas.
Carla Muñoz, una enfermera pediátrica española, ha conseguido salvar la vida de un bebé en Kenia gracias a un soporte respiratorio elaborado con botellas de agua. El bebé prematuro, con tan solo 27 semanas de gestación y 800 gramos de peso, se encuentra en la Unidad de Cuidados Neonatales del Hospital del Condado de Lamu, en Kenia.
Debido a la falta de recursos del hospital, la enfermera española "improvisó como soporte respiratorio una máquina CPAP fabricada con una botella de agua mineral". Invento que ha permitido salvarle la vida al pequeño.
Trabajar en situaciones tan extremas te obliga a desarrollar una capacidad de improvisación
Según ha asegurado la propia sanitaria "trabajar en situaciones tan extremas te obliga a desarrollar una capacidad de improvisación y de gestión de recursos que no necesitas en España". Carla Muñoz volvió a España después de que que el pequeño consiguiese superar su semana 31 de vida sin sufrir ningún episodio de empeoramiento.
Por su parte, los padres del menor consideran que este suceso ha sido un milagro y le han puesto al bebé de nombre Ángel. Según la Fundación Pablo Horstmann, con la que Carla Muñoz hizo el voluntariado, la enfermera enseñó a los progenitores "a prestar los cuidados médicos necesarios a su hija e incluso a vigilar el único monitor disponible que había en aquel momento".
Carla Muñoz estaba de voluntariado en Kenia
La enfermera española trabaja en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del Hospital Universitario La Paz de Madrid, pero se encontraba en Kenia haciendo un voluntariado durante dos meses en el hospital público de Lamu, gracias a la colaboración en formación pediátrica que la Fundación Pablo Horstmann tiene con dicho centro.
Mi estancia en el hospital de Lamu ha sido una de las experiencias más duras y a la vez más enriquecedoras
Muñoz también ha explicado que gracias a este sistema respiratorio elaborado con botellas "han podido salvar muchas vidas de neonatos". Además, ha confesado: "Mi estancia en el hospital de Lamu ha sido una de las experiencias más duras y a la vez más enriquecedoras tanto a nivel profesional como personal. Aprender a trabajar en un ambiente tan diferente ha hecho que, aunque fuese con el objetivo de enseñarles, sienta que la enseñanza haya sido mutua".
La Fundación Pablo Horstmann dirige en Lamu el Hospital Pediátrico Pablo Horstmann de Anidan, donde se da atención sanitaria a niños y forma al personal local del hospital público "en una región dónde no llegan los servicios médicos".
En total, más de 11.500 pacientes, de los cuales 983 eran niños que padecían malnutrición, fueron atendidos en 2021. Asimismo, dio formación a 50 sanitarios kenianos.