Los inicios de los grandes almacenes

Mr. Selfridge, el pintalabios y otros productos de belleza

Las producciones televisivas no nacieron únicamente con la intención de entretener y al igual que el medio que las transmite también tienen la misión de educar, y en menor medida, informar. Las series históricas, a nada que cuenten con un buen equipo que se preocupe por ser fiel a la realidad, capaz de ambientar tanto los escenarios, como los diálogos, resultan muy prácticas a la hora de ampliar nuestros conocimientos, aunque estos no sean estrictamente necesarios.

ondacero.es

Madrid | 06.05.2013 20:39

Jeremy Piven, al frente del reparto de Mr.Selfridge | ITV

Mr.Selfridge fue estrenada el pasado mes de enero por el canal británico ITV, y no deja de ser un drama con cierto toque histórico que bebe los vientos culebronescos de otra producción de la cadena, Downton Abbey. Con menos clasismo y el toque americano que el propio Selfridge, nacido en Chicago, aporta, esta producción también ofrece un interesante conjunto de anécdotas históricas que añaden a la serie una vertiente interesante. Mr.Selfridge se ocupa de comentar los avances que le mundo de la moda vivió a comienzos del siglo XX, tal y como comentamos en “En Serie Te Lo Digo” de La Brújula el pasado viernes, así como de incluir en sus tramas interesantes personajes históricos.

 

En aquella época el papel de las mujeres comenzaba a vivir ligeros avances, que también tenían reflejo en su ropa o su aspecto. Y mientras las sufragistas comenzaban a hacerse un hueco en la esfera social, el bajo de los vestidos comenzaba a alejarse del suelo, dejando que se viesen los tobillos de las féminas. Sin embargo, y como también podemos ver en la serie, estos movimientos no son percibidos con igual entusiasmo por toda la sociedad, y todas las mujeres. Estos aspectos son similares a otra producción, Mad Men, que incluso ha tenido su propia repercusión en el mundo de la moda actual, y también utiliza con inteligencia la época histórica que envuelve a los personajes y las tramas, acrecentando el interés que el resto de los aspectos ofrecen al espectador.