Producida por J.J Abrams

Revolution, adiós a la energía

En la primera edición del año de “En Serie Te Lo Digo” no pude evitar recordar, y más con la de tiempo que todos hemos invertido hablando de la subida del precio de la luz, el apocalíptico paisaje que en septiembre de 2012 dibujó la NBC con el estreno de Revolution. A pesar de que no supo ser la serie que todos deseaban, “la nueva” Lost, la producción logró completar la temporada, e incluso renovar por una segunda entrega, actualmente en emisión.

ondacero.es

Madrid | 06.01.2014 14:13

Charlie, en busca de su tío, que le ayudará a buscar a su hermano, al que se lo han llevado los malos | NBC

Tal y como comentábamos con María Hernández el pasado viernes, la serie se centra en los acontecimientos posteriores a la desaparición de la energía en la tierra, y en cómo un grupo de personas lucha contra las milicias y las fuerzas opresoras para poner en marcha de nuevo la energía. Porque aunque al comienzo parece que nadie sabe cómo y por qué se produjo el apagón, pronto aparecen nuevos personajes que están muy relacionados con los acontecimientos de hace quince años, y que parecen arrepentirse de lo sucedido. Y es que tal y como reconoce Miles Matheson, el tío de Charlie, el poder que otorga el control de la energía, es comparable a pocas situaciones, y más si estás al cargo de un gobierno.

Protagonizada por Billy Burke, Tracy Spiridakos y Giancarlo Esposito, la serie creada por Eric Kripke tiene serios problemas con su solidez argumental y la de alguno de sus intérpretes. En ocasiones las tramas  adolecen de cierta incongruencia y llega un punto, quizá inevitable, en el que el espectador debe tirar por la ventana sus estándares sobre veracidad o credibilidad y simplemente dejarse llevar por la historia. Pero si la concebimos como un mero ejercicio de entretenimiento, porque no todas las series tienen que ser sesudas y trascendentales, Revolution nos ofrece buenas secuencias de acción, que, siendo generosos, tratan de compensar el desastre argumental.

Tras el sorprendente final de la primera temporada, la segunda entrega se inclina por mostras las derivas políticas que quedan tras un desastre como el del apagón. A pesar de que se parte de una trampa, la trama da lugar a situaciones tan surrealistas, como plausibles, a la vista del argumentario que manejan los radicales más violentos de la derecha norteamericana. Porque sí, es posible encontrar paralelismos entre Revolution y el documental de Jon Sistiaga La América del Odio. Así que puede que todo no sea tan irreal. O puede que simplemente haya demasiadas malas cabezas al frente de un guión. A falta de respuesta, concibámoslo como un simple ejercicio de entretenimiento, que en el fondo es para lo que es la televisión.