NUESTROS IMPUESTOS PARA LOS MÁS DESFAVORECIDOS
EL president de la Generalitat Alberto Fabra, ha dicho hoy en Castellón que está en contacto con todas las entidades que trabajan con el colectivo de personas con discapacidad.
El problema es que usuarios y familias ya no confían en el buen hacer de una administración que ha metido la tijera en la partida más intocable de todo el presupuesto autonómico. Las asociaciones y entidades que trabajan con colectivos con necesidades especiales ya han soportado un 2013 dramático en cuanto a los retrasos de los pagos de la Generalitat, sí recauda con avidez los impuestos al ciudadano, pero demora sus pagos cuando se trata de revertir en la ciudadanía. No conocemos por el contrario retrasos en las nóminas de un rosario de puestos de confianza con jugosos salarios y muchas veces dudosa productividad.
Las declaraciones del Molt Honorable pretenden mitigar los ánimos de un colectivo, al que los recortes condenan al estrangulamiento. Los impuestos los pagamos precisamente para equilibrar las diferencias, para que una familia con una persona discapacitada pueda tener el soporte no solo de integración de su familiar en la sociedad, sino también para garantizar sus necesidades y sobretodo, para que la persona no sea una carga para la familia. En bienestar social, no hay que meter la tijera.
El Comité Ejecutivo del CERMI CV, se reunía la tarde de ayer, para analizar una vez más las situación creada con la Orden de copago de la Generalitat Valenciana, 21/2012, así como el Decreto 113/2013, que afecta negativamente a miles de personas con discapacidad y sus familias, y acordaba exigir a la Conselleria de Bienestar Social la paralización inmediata de la normativa de copago en centros y servicios por los efectos contraproducentes y perniciosos sobre el colectivo de la discapacidad, al que se le unen otros copagos como el farmacéutico, el de educación, transportes. Un copago que condena a un discapacitado a vivir con un presupuesto de 100 euros al mes. Precisamente eso es lo que deberían nuestros gestores públicos asignarse por un trabajo por el que bien se les remunera, pero que visto lo visto, no hacen satisfactoriamente. Apriétense el cinturón ustedes, que el contribuyente está estrangulado con el propio, y trabajen ustedes que falta nos hace a todos.