Pamplona/Iruña |
El Gobierno foral ha aprobado los primeros doce reconocimientos de víctimas por actos de motivación política provocados por grupos de extrema derecha o funcionarios públicos. Aunque desde el ejecutivo navarro no se se ha querido facilitar nombres, ha trascendido que entre los reconocimientos se encuentra el de Mikel Zabalza y Mikel Arregui.
Mikel Zabalza, conductor de autobuses urbanos en San Sebastián, fue detenido en 1985 por la Guardia Civil al considerar que tenía vínculos con ETA. Según testimonios posteriores, murió como consecuencia de torturas de la benemérita en el cuartel de Intxaurrondo, de San Sebastián, mientras que la versión oficial sostiene que murió ahogado cuando trataba de escapar de la Guardia Civil en el río Bidasoa. Violencia que la Comisión de Reparación del Gobierno de Navarra considera que está acreditada. Para la consejera de Memoria y Convivencia, Ana Ollo, se trata de "un día histórico" por el reconocimiento de la situación que vivieron estas personas.
También trascendía el nombre de Mikel Arregi, concejal de Lakunza, que murió en 1979 como consecuencia de los disparos de la Guardia Civil en un control de carretera en Etxarri Aranatz. Se incluyen también tres personas heridas por arma de fuego de distinta consideración durante los sanfermines de 1978, cuatro más que padecieron violencia física y psicológica durante su detención y otras dos personas que resultaron heridas en atentados reivindicados por grupos de extrema derecha.