Pamplona / Iruña |
Chema Veiga lleva practicando esgrima desde los 12 años, y tiene ahora 67. En Navarra desde que se introdujo gracias a unos cursos de la extinta Caja de Ahorros de Navarra a mediados de los 90. La modalidad sufrió un declive unos años después: "Es un deporte complicado y muy minoritario -explica Chema-. Llegó un momento que nos encontramos que éramos siete u ocho locos. Se incorporaba algún niño, pero fue una etapa un poco triste. A raíz de una llamada de la Universidad, que nos invitó a dar clases a cambio de una sala donde entrenar, empezó el resurgimiento del esgrima en Navarra".
Ahora se vive un buen momento tanto en la base como en la elite. Hace dos años los jóvenes lograron quedar Campeones de España Cadetes por Equipos, teniendo muchas menos licencias que otros clubes y otras federaciones. Sobre la dificultad de la modalidad Chema afirma: "hasta los 14 años lo que se hace es jugar. Son juegos destinados a tener habilidad, concentración,... ya cuando te haces mayor necesitas mucha fuerza física, sobre todo en las piernas, mucha concentración y trabajo. Ahora hay tiradores y tiradoras navarros compitiendo en torneos absolutos internacionales y pasando rondas en ellos. El presente y futuro del esgrima en Navarra promete, con varios clubes y cerca de 200 licencias.