Una relajación de las medidas a finales de febrero nos llevará a la 4ª ola
El profesor Antonio Guirao, que analiza la evolución de la pandemia para el Instituto de Salud Carlos III, ha advertido de que “se necesitará más de un mes para alcanzar una incidencia similar a la de mitad de diciembre que era de unos 180 casos diarios". Puede que a finales de marzo lleguemos a los 110.000 casos de coronavirus en la región
Murcia | 02.02.2021 09:21 (Publicado 02.02.2021 07:39)
El profesor Guirao concluye en su informe del 31 de enero de 2021 que se atravesó el pico de contagios el 15 de enero y que las medidas restrictivas están funcionando con una efectividad similar a la que tuvieron en noviembre para frenar la “2ª ola” y a la del confinamiento de marzo-abril.
"Desde ahora, una pérdida de efectividad de las medidas (ya sea porque se flexibilicen o por su incumplimiento) reduciría el ritmo de estabilización o incluso podría causar un rebrote. Además, las nuevas variantes del virus que son más contagiosas, si llegan a extenderse lo suficiente, también podrían restar efectividad a las medidas de control.
Respecto a las hospitalizaciones, se alcanzó un máximo el 27 de enero (12 días después que el pico de contagios el 15 enero). Sin embargo, durante las próximas dos semanas la presión hospitalaria seguirá siendo altísima. A mitad de febrero se espera que el número de personas ingresadas todavía esté por encima de 600. Y habría al menos otras 150 muertes en las próximas dos semanas.
“Un riesgo al que nos enfrentamos en la segunda quincena de febrero es que la incidencia pueda considerarse lo suficientemente baja y se relajen las restricciones. Pero la presión hospitalaria todavía será muy grande y un potencial rebrote de contagios podría producir una "4ª ola" de hospitalizaciones” advierte el profesor Guirao.
Se debe mantener de forma continuada un conjunto de medidas que permitan mantener la epidemia siempre bajo control, es decir, con número reproductivo menor que 1 y, por tanto, la incidencia siempre decreciente (las "mesetas" en la curva de incidencia deberían interpretarse como signos de alarma).
El objetivo, dice Guirao, debería ser bajar la incidencia acumulada (en 14 días, por 100 mil hab.) por debajo de 50, que es el nivel de riesgo medio-bajo establecido por la UE. Con el ritmo actual, ello se alcanzaría a finales de marzo.
La epidemia está en fase de control, pero el tiempo de recuperación es largo porque ha alcanzado un tamaño enorme
Con respecto a la situación en España, el profesor Guirao explica en su último informe que “se alcanzó un pico de contagios el 21 de enero” y que “la curva de contagios muestra una ligera tendencia a la baja, con un número reproductivo de 0.9”.
No obstante, “la situación es un poco peor que la prevista en la última simulación, con r = 0.8. por lo que incluso en el caso más favorable aún habría de transcurrir mucho tiempo para que los contagios diarios se reduzcan a niveles razonables, puesto que la epidemia ha alcanzado un tamaño enorme”.
“Posiblemente haya que esperar hasta finales de marzo para situarnos por debajo de una incidencia acumulada (14 días, 100 mil hab.) de 250, que todavía sería un valor muy alto” dice Guirao.
“En un escenario favorable de descenso sostenido de contagios, la estabilización de la curva se produciría a finales de marzo o incluso más tarde, con un tamaño final muy grande”.
Hacia finales de febrero sumaríamos otro medio millón de casos en España, y hacia finales de marzo la curva se estabilizaría en torno a los 3.5 millones de casos. Estos resultados se darían siempre que las medidas se prolongaran durante todo ese tiempo con la misma efectividad.
Respecto a los ingresos hospitalarios, el máximo de ocupación hospitalaria debería alcanzarse entre el 1 y 3 de febrero. Después, los ingresos irían disminuyendo paulatinamente manteniéndose una alta presión hospitalaria (por encima de 20 mil hospitalizados) al menos durante todo el mes de febrero.
El pico de ingresados en UCI llegaría en la segunda semana de febrero, y la disminución de la curva sería todavía más lenta por el largo tiempo de estancia hospitalaria de los enfermos graves. Hasta finales de febrero la ocupación en UCI se mantendrá en niveles críticos como en este momento.
Incluso si la epidemia se mantuviera bajo control durante los próximos dos meses, todavía se acumularían aproximadamente 750 mil casos. Con una mortalidad media de aproximadamente el 1%, esto supone más de 7000 fallecimientos en ese período como efecto derivado del tiempo requerido para el aplanamiento de la curva de casos totales.