Una docena de hermandades y cofradías de Badajoz rechazan el derribo del tejadillo del convento de las Clarisas
Rechazan además la idea de arrancar también su reja de forja, una joya del Patrimonio Histórico Artístico de Badajoz.
Una docena de hermandades y cofradías de Badajoz han mostrado su rechazo al derribo del tejadillo del convento de las Clarisas Descalzas que protegía la capilla cerámica de la Virgen de la Amargura, así como a la pretensión de arrancar también su reja de forja, una "joya" del Patrimonio Histórico Artístico de Badajoz que da "belleza y valor" a la fachada del edificio del siglo XVII.
Los dos retablos de azulejería de "gran calidad" del Cristo de la Espina y de María Santísima de la Amargura presiden la fachada principal del Convento de las Clarisas Descalzas de esta ciudad, que es la sede canónica de dicha cofradía hermana, una asociación pública de fieles que tiene más de tres siglos de historia en la ciudad.
En concreto, firman el escrito difundido a los medios de comunicación, la Cofradía de la Entrada Triunfal de Cristo en Jerusalén, Santísimo Cristo de la Paz y Nuestra Señora de la Palma; Hermandad y Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Humildad, Nuestro Padre Jesús del Prendimiento y María Santísima de los Dolores; Hermandad Sacramental del Santísimo Cristo de la Angustia y María Santísima de la Misericordia.
También la Hermandad y Cofradía del Santísimo Cristo del Descendimiento, María Santísima de la Piedad y Nuestra Señora de la Esperanza; Hermandad y Cofradía de Penitencia de Nuestro Padre Jesús del Amparo, Dulce Nombre del Señor, Santísimo Cristo de la Fe y Nuestra Señora de la Piedad, María Santísima del Mayor Dolor.
Y la Pontificia y Real Hermandad y Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, Santísimo Cristo de la Humillación Ecce-Homo y
Nuestra Señora de la Soledad (Patrona de Badajoz); la Hermandad y Cofradía de la Santa Vera Cruz, Santísimo Cristo del Amor y Nuestra Señora de la Consolación.
Igualmente, la Pontificia y Real Hermandad y Cofradía de Nuestro Señor Jesucristo Yacente (Santo Entierro), Nuestra Señora de las Lágrimas y Santiago Apóstol.
Hermandad y Cofradía de la Sagrada Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, Santísimo Cristo de la Caridad en su Sentencia y María Santísima de la Aurora, Madre de la Iglesia; Hermandad de Ntra. Sra. de Botoa; Hermandad de San Isidro; y Hermandad de Jesús Obrero y Dulce Nombre de María.
No obstante, las hermandades se congratulan del interés de rehabilitar la fachada de uno de los templos religiosos más importantes, pues da cobijo a dos de las "principales devociones" de Badajoz.
Estos dos retablos cerámicos fueron colocados en el convento en 1942 y 1945, respectivamente, son obra del gran artista de Almendralejo Pedro Navia. La reja de forja muestra magníficos balaustres con ricas macollas caladas, elegantes remates y un bellísimo farolillo central de forja y cristal con forma de estrella, muy característico del estilo del arte de la forja que se realiza en el S. XIX y primera mitad del XX.
Son dos piezas "fundamentales del rico patrimonio artístico" de la Hermandad del Cristo de la Espina y María Stma. de la Amargura. Una cofradía que en aquella época tenía como asesor artístico al gran Antonio Juez, reconocido artista pacense que se encargó de diseñar gran parte de los elementos patrimoniales de la hermandad. Y a buen seguro que fue bajo su tutela el diseño y configuración de los dos altares públicos.
Ambos crean un conjunto con la rejería, faroles y tejadillo que los acompañan, pues fueron diseñados y colocados en la fachada del citado convento como un conjunto único, y que son fiel reflejo del regionalismo que afloró en nuestra ciudad en esas décadas del siglo XX.
Ambas obras son, aparte de unas piezas de reconocible valor artístico, dos elementos que forman parte del patrimonio devocional y cofrade de nuestra ciudad. Dos altares públicos donde muchos pacenses nos acercamos a rezar, pues representan dos grandes devociones de Badajoz.
Piezas que conforman el imaginario de muchos ciudadanos que, generación tras generación, las han visitado y les ha permitido sentir cercanos a Cristo y su Madre cuando las puertas del convento se encuentran cerradas.
Por todo ello, ruegan a la comunidad de religiosas del Convento de Clarisas Descalzas y a las autoridades competentes que defiendan el patrimonio artístico y devocional que esta ciudad les ha encomendado. Conservando y restaurando los dos retablos cerámicos que mantienen en la fachada de su convento y que es patrimonio de toda la ciudad de Badajoz.