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Valencia Basket se pone las pilas en la prórroga para acceder a las semifinales de Copa

Tras llegar empatados al final del último cuarto, un parcial de 10-0 en el tiempo extra da el pase a la siguiente ronda a los de Mumbrú

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Valencia Basket se pone las pilas en la prórroga para acceder a las semifinales de Copa | EFE

Un parcial de 10-0 cerca del final del tiempo reglamentario y su mayor acierto en la prórroga salvó al Valencia Basket de caer eliminado de la Copa del Rey a manos de un bravo Dreamland Gran Canaria que, tras dominar durante gran parte del partido y forzar el tiempo extra sobre la bocina, acabó cediendo ante la fe de su rival, que supo sobreponerse a la exhibición anotadora de Sylven Landesberg, autor de 25 puntos (81-89).

Las estadísticas decían que esta temporada el equipo de Álex Mumbrú había ganado casi el 85 por ciento de los partidos en los que había encajado menos de 80 puntos y así fue, porque el equipo isleño solo alcanzó los 81 a pesar de que se tuvo que jugar una prórroga gracias al triple anotado por el argentino Nico Brussino en el último segundo.

El 9-2 con el que arrancó el equipo canario gracias al acierto de John Shurna fue un espejismo. Como se preveía, la eliminatoria apuntaba a una batalla igualada entre el cuarto y el quinto clasificado de la Liga Endesa y pronto se demostró.

Porque aunque golpearon primero los isleños, que transmitían mejores sensaciones, no tardaron en reaccionar los taronjas, que empezaron a carburar y equilibraron el marcador a los cinco minutos con Justin Anderson a los mandos.

Apareció entonces Landesberg, que mantuvo arriba a los suyos y se convirtió en el protagonista de los primeros diez minutos con siete puntos, los mismos que aportó Anderson en un cuarto inicial que terminó con un ajustado 18-17.

De nuevo golpearon primero los jugadores de Jaka Lakovic en la reanudación, obligando a Álex Mumbrú a pedir tiempo muerto al verse seis abajo y comprobar que su equipo no funcionaba según el plan previsto ante un rival con las ideas más claras en ambos lados de la pista.

Al menos lograron irse al descanso solo tres abajo (35-32) tras veinte minutos de muy pobres porcentajes de acierto exterior de valencianos y canarios, con un 21 y un 22 por ciento, respectivamente.

Tras el paso por vestuarios, el partido siguió sin un dueño claro. Los valencianos seguían remando pero no lograban voltear el marcador. Cuando se acercaban a dos puntos, el Gran Canaria pegaba otro acelerón. Al verse perdiendo por ocho, Mumbrú volvió a para el juego porque veía que el tiempo corría y los suyos seguían sin encontrar soluciones.

El guión se repetía una y otra vez. Cuando de nuevo se pusieron a tiro, un triple de Pelos y otra canasta de Landesberg le devolvieron a la realidad, llegando a los últimos diez minutos con media docena de puntos de renta (54-48, min 30).

El intercambio de canastas no favorecía al Valencia Basket, que cada vez que veía cerca la remontada volvía a sufrir un castigo en forma de canasta. Stefan Jovic enlazó un par de aciertos para los de Mumbrú mientras que Landesberg seguía haciendo mucho daño desde todas las posiciones.

A 6.45 del final, el base serbio puso a los suyos uno abajo (62-61). Jaime Pradilla empató a 67 con cuatro minutos por jugar y Landesberg le respondió de nuevo. Hasta ahí parecía que llegaban las fuerzas del Granca, que encajó dos duros golpes en forma de triple con las firmas de Jones y Ojeleye y recibió un parcial de 10-0 en contra en el peor momento.

Aj Slaugher, con cinco puntos consecutivos, hizo soñar a la afición canaria, que, cuando veía todo perdido a 1,2 segundos del final, vio como Brussino empataba sobre la bocina con un triple imposible desde la esquina cuando tenía encima a Brandon Davies, a la postre el mejor de su equipo con 17 puntos y 7 rebotes.

Hasta ahí llegó la resistencia del Granca. Sendos triples de Ojeleye y Jones y una canasta de Davies en sus tres primeros ataques del tiempo extra volvieron a disparar al equipo taronja, al que un minuto y medio le bastó para volver a irse de ocho ante la desesperación de un Lakovic que rozó las semifinales y veía como sus jugadores fallaban en el momento menos oportuno.